La asistencia al enfermo
Enviado por mayra12638471 • 12 de Febrero de 2013 • Informe • 801 Palabras (4 Páginas) • 398 Visitas
El hombre es el único animal que sabe que envejece y tiene que morir, pero no quiere envejecer ni morir. Hay que considerar que la muerte forma parte de un ciclo vital.
Debemos tener en cuenta ante un paciente moribundo que su muerte es irremediablemente personal, al igual que la vida. La certidumbre de la muerte es lo que humaniza, y de los aspectos más importantes que debemos de considerar es que el moribundo es un ser vivo, y la proximidad de la muerte les hace más sensibles sabios y nobles.
La asistencia al enfermo no curable pasa por la desdramatización de la muerte, ya que el principal problema en estos pacientes es aceptarla, por el problema que plantea su negación.
Hoy en día el negar la muerte y tratar de vivir más requiere medios técnicos que sólo se pueden dar en un hospital, así que la gente no muere en casa y muere en el hospital. Por esta razón podemos considerar que las instituciones y la medicina han expropiado a las personas su propia muerte. “ Hay que permitir a las personas que vuelvan a morir en casa.
Actualmente la muerte tiende a ignorarse, se separan los que van a morir o se les tiene dormidos, hay que procurar o permitir que el moribundo sea activo ante su propia muerte. No hay que olvidar que el moribundo sigue siendo una persona viva y tiene derecho a una muerte digna:
participación y autonomía en el proceso
poder elegir
respetar las decisiones del paciente
comunicación del paciente moribundo con su familia y sus médicos
resolución de asuntos personales
aceptación del proceso
no confusión mental
no dolor
El hecho de la muerte, de la no vida, ha sido en todas las sociedades, para todos los grupos humanos y para todos los individuos una situación que se ha afrontado de muy diversas formas. En general, a pesar de que la muerte es una parte, un fenómeno de la propia existencia, existe un rechazo hacia ella, hacia las personas que se hallan cercanas a la situación de muerte.
No se desea hablar de la muerte, a pesar de que está muy presente en lo cotidiano de nuestra existencia. Puestos en palabras, no deseamos hablar de ella ya que sería como decir “ que se maten otro “. la muerte para los hombres es más que una muerte física, pero sólo cundo alguien cercano fallece es cuando nos afecta, pero también en esta situación nos cuesta hablar.
La muerte puede tener una razón, pero jamás un sentido. La vida, en cambio, puede tener sentido; debería tenerlo para todos.
Para todas las personas es necesario saber de la muerte, puesto que es una etapa vital. Sin embargo, para los profesionales sanitarios saber de la muerte es imprescindible, porque el dolor, la enfermedad, y la muerte están presentes en las situaciones de
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