La ciencia lo dice: El carisma se puede aprender

La ciencia lo dice: El carisma se puede aprender

Una de las cualidades que permite que un líder emprendedor cautive a sus seguidores, es el carisma. Es verdad que existen empresas cuyos líderes son poco carismáticos y les va excelente en sus negocios, pero desde una perspectiva positiva, un líder con carisma atrae a muchas más personas y, por consiguiente, a muchos más clientes.

Sin embargo, cuando nos referimos a utilizar el carisma “desde una perspectiva positiva”, queremos desechar a aquellos que aprovechan su capacidad de seducción de una forma egoísta, donde la manipulación y la dominación buscan únicamente el beneficio propio. (Leer: Liderazgo de los dictadores que debes evitar).

En esta ocasión no nos detendremos a hablar en lo bien o mal que puede resultar esta actitud, pero sí queremos destacar que el buen uso social del carisma puede llevarnos al éxito en los negocios.

Y para aquellos que piensen que carecen de esta cualidad, la ciencia lo dice: El carisma se puede aprender.

No es algo innato como muchos creen. “El carisma es simplemente el resultado de conductas aprendidas”, dice Olivia Fox Cobane, autora del libro ‘El mito del Carisma’.

El portal Business Insider publicó algunas estrategias comprobadas para aprender a ser carismáticos. Para los emprendedores que buscan cautivar a sus clientes, a continuación te los presentamos.

5 formas para ser un líder con carisma

Habla de tu potencial, no de tus logros.  Un reciente estudio elaborado por las universidades de Hardvard y Stanford menciona que lo que más atrae la atención de las personas en un líder no es tanto los logros que dice haber logrado, sino el potencial que de él se percibe.

“Esta incertidumbre (que viene con potencial) parece ser cognitivamente más atractivo que reflexionar sobre lo que ya se sabe que es verdad”, escriben los autores del estudio.

Refléjate en la persona con la que hablas. Según indica el portal, los psicólogos han descubierto que cuando dos personas se llevan bien, ellos empiezan a reflejarse en el cuerpo del otro como un signo de confianza y seguridad. Entonces, si quieres quedar bien en una negociación, la investigación sugiere que imites el comportamiento de tu oponente.

“Camina” al mismo ritmo que las personas, así pensarán que eres amigable. Durante un estudio en la Universidad de Durham (Inglaterra), a los estudiantes se les mostró vídeos de otros 26 alumnos que caminan, algunos con aires más sueltos, otros con más fuerza. Sólo se necesitó de unos cuantos pasos para darles una idea de la personalidad. Los estudiantes equipararon a aquellos que caminaban con aires más flexibles con la extroversión y aventura, mientras que los que caminaban con más fuerza fueron vistos como neuróticos.

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