La fecundacion.

La fecundación

La formación de un ser vivo es un proceso muy complejo que comienza incluso antes del acto sexual. Los factores que originan la fecundación inician en la mujer, más específicamente en la hipófisis; la hormona liberadora de gonadotrofina (GNRH) que incita la producción de la hormona folículo estimulante y la hormona luteinizante (FSH y LH respectivamente). Son transportadas de la hipófisis hasta la corriente sanguínea, donde son recibidas por los ovarios, el miometrio, la vagina y el ligamento redondo útero, conocidos como órganos diana.

En el ciclo femenino el FSH estimula el crecimiento de folículos ováricos los cuales permiten la ovulación y la producción de estrógenos, estos causan un aumento en la producción de LH. Esta etapa sincroniza varios acontecimientos, como el desarrollo del moco cervical, el cual está preparado para la fecundación. Si el óvulo no es fecundado, sale por la vagina junto con el endometrio en la menstruación. En caso contrario, si es fecundado por un espermatozoide que ha salido de los testículos del padre por la eyaculación se desplaza al útero por medio de contracciones uterinas. Así, el espermatozoide fecunda el óvulo aproximadamente en el tercio exterior de las trompas de Falopio y es cuando al entrar, éste generará una membrana que le impide a otros espermatozoides entrar. Esta unión hace que tanto la carga genética del padre y la madre se fusionen.

La unión de estas dos células se llama blastocisto y tiene el tamaño de la punta de un lápiz. Este evoluciona a una célula más compleja conocida como trofoblasto, el cual se implanta en la placenta y comienza el desarrollo de un nuevo ser que en las primeras nueve semanas muestra los primeros vestigios de los órganos sexuales y diferentes órganos del cuerpo donde su tamaño es el de una uva.

De la semana 10 a la 14 se empiezan a definir las huellas dactilares, los ojos nariz y boca ya están en su lugar y empieza a dar patadas con un tamaño aproximado al de una nuez. De la semana 15 a la 20 se comienza a formar los cartílagos y huesos, se crean las primeras conexiones neuronales y el bebé ya es capaz de escuchar los sonidos externos y los latidos de la madre.

De la semana 21 a la 27, los párpados del feto empiezan a abrirse, pero sólo por reflejo, puesto que el bebé no percibe la visión. Se agudiza el tacto y empieza a practicar la respiración, sus pulmones se llenan de agua pero esto no es peligroso para el desarrollo pulmonar. Ya en la semana 28 a la 37 el bebe es capaz de ver la luz que pasa por el vientre de la madre, los huesos ya están formados a excepción del cráneo para que éste pueda pasar por la vagina dilatada en el momento del parto.

Esto es, transmitir vida, todo un proceso fisiológico y una habilidad adecuada de los cuerpos de los padres, quienes deberán propiciarle los cuidados indispensables al recién nacido, pues tener un hijo no es solo contribuir con la creación biológica de este, sino nutrirle de conocimientos y criarle convenientemente.

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