La importancia de las matemáticas

LA PIEZA MÁS BELLA DEL ROMPECABEZA

Por: Juan Ramón Rodríguez Córdova

Nunca hubo alguna escuela en donde no escuchara la clásica frase: ¿para qué me sirven las matemáticas?  Y parece ser que a ninguna generación le queda bien claro cuál es la finalidad de las matemáticas. La respuesta es simple, aunque no todos la pueden comprender al cien por ciento. Las matemáticas se encuentran en todo lo que nos rodean, en todo lo que hacemos, es imposible vivir sin matemáticas, porque todo es matemáticas; entonces, la única manera de comprender al universo, es sabiendo de matemáticas.

Las matemáticas se emplean en la química, física, medicina, pintura, música, economía, política, etc. Por más simple que sea la utilidad de las matemáticas, aunque sólo se ocupen para hacer una modesta cuenta, sin ellas, las ciencias no podrían hacer su trabajo. Incluso, todo el mundo que nos rodea está regido por las matemáticas, aunque simplemente sean algunas proporciones pequeñas de la naturaleza, o pequeños valores numéricos, todos esos detalles tienen un por qué, y  sin ellos el mundo no sería igual, o quizá, el mundo no podría existir como lo conocemos.

Las matemáticas también nos apoyan a los humanos de la mejor manera posible, brindándonos aquella capacidad que nos distingue de otros seres vivos y puliéndola hasta la perfección, me refiero al raciocinio. Esta ciencia ayuda a formar individuos más críticos, más observadores, analistas, mayor pensamiento lógico y brinda una mayor facilidad para resolver problemas de cualquier índole, además de que las matemáticas (más que nada, las matemáticas puras) impulsan la creatividad, la imaginación.  En matemáticas es muy bueno que sepas fórmulas, teoremas, etc., pero si no tienes creatividad, nunca vas a saber dónde y cómo aplicarlos.

Aunque el que exista un obvio rechazo hacia la Ciencia del Conocimiento (como algunos autores la reconocen) no puede ser culpa del todo de los estudiantes que se sienten fastidiados de repetir la misma fórmula una y otra vez durante todo el periodo. Claramente hay un culpable, el cual hace aburrida, soporífera y aborrecible a la ciencia más bella del mundo, simplemente por no saber cómo encender la chispa del interés  en los demás.

El programa de matemáticas que se maneja en México se basa simplemente en enseñar teoría y algunos problemas monótonos donde se aplican las fórmulas que tenemos que memorizar. ¿Dónde queda todo lo bello de las matemáticas? En ningún lado al parecer. El hecho de que  la materia sea enseñada de una manera tan limitada y que incluso, en algunos de los casos, los maestros limiten la creatividad de los estudiantes al establecer cuál es el método correcto para solucionar un problema (según su criterio tan cerrado), es lo que provoca que en la mayoría de los estudiantes les parezca aburrida en inservible la materia.  Por la única razón de que el maestro nunca supo enseñar.

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