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La legalización de las drogas


Enviado por   •  21 de Abril de 2015  •  Informe  •  1.861 Palabras (8 Páginas)  •  369 Visitas

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La legalización de las drogas bien podría tener efectos económicos positivos, siempre y cuando se cumplan algunas condiciones, de otra manera es inútil su legalización. Cabe aclarar que aquí se aboga por la legalización de las drogas blandas, es decir, de la marihuana, haschish, anfetaminas y a algunos analgésicos y tranquilizantes. El caso del resto de las drogas su legalización es muy peligrosa para la sociedad debido a sus efectos altamente adictivos y dañinos para el ser humano.

En caso de legalizarse el uso de las drogas blandas podrían existir diversos beneficios económicos. En primer lugar se genera un impacto sobre las fianzas públicas al eliminarse el negocio ilícito y reducir sus ganancias extraordinarias y se crean negocios ordinarios. Es conocido que las altas ganancias del narcotráfico se deben a su ilegalidad, así al eliminar la fuente de sus precios altos, el negocio del narcotráfico sufría una dramática caída en sus ganancias, lo que podría llevar algunos narcotraficantes a la quiebra. Resulta obvio que algunos resistirían este embate y se mantendrían en el mercado, pero estos deberán de someterse a las instituciones legales establecidas. De esta forma se genera un doble impacto sobre las finanzas públicas, pues, por un lado se crea un flujo de impuestos que pueden ser usados para el bienestar social; y por otra parte, se reducen los gastos improductivos del gobierno, como los recursos destinados al combate frontal de las drogas o los gastos de las prisiones, ya que la legalización de las drogas reduciría la población carcelaria. La liberación de estos recursos podría ser usada en otras actividades económicas que redunden en un beneficio social.

Esto tiene una doble dimensión, Por otro lado, se mejoran las expectativas y el ambiente de negocios, pues se reducen los crímenes, al igual que la corrupción, ligados a la producción y distribución de drogas; además, se refuerza la confianza en la ley.

Se debe destacar que la legalización de las drogas puede producir nuevos costos económicos. Es probable que su legalización cree un aumento en su consumo, lo que generaría un incremento en los costos asociados al sector salud (derivados de accidentes) así como reducciones de la productividad laboral. En este punto el lector puede notar que la legalización de una droga podría conllevar al crecimiento del consumo de narcóticos y no solamente aquellos legales, sino también el posible incremento de la demanda de drogas más fuertes. Asimismo, esto podría elevar el número de crímenes relacionados con el abuso de las drogas, como los robos, violaciones, entre otros. Estos costos asociados, si se permiten que crezcan, podrían eliminar los efectos positivos de la legalización sobre la economía.

En este sentido, para que las ventajas se mantengan y reducir los costos, es necesario que el gobierno regule por completo la producción, el transporte y comercialización, otorgando permisos para cada actividad, así como controlando la calidad del producto. Esto debe de ir acompañado de otras regulaciones, similares a la venta de cigarros en diversas naciones, como la no venta a menores, ni su comercialización cerca de centros educativos o la prohibición de anuncios publicitarios. A la par de estas políticas, sería absolutamente necesario implementar políticas agresivas para la prevención de su consumo y del tratamiento de la adicción. Esto impediría un aumento de su consumo y probablemente lo reduciría, con lo que se evitaría la pérdida de recursos humanos.

En resumen, los benéficos económicos de la legalización de las drogas aumentan los recursos del gobierno y eliminan gastos improductivos, los cuales ayudarían a balancear el gasto público. Además permitiría mejorar las expectativas sobre la economía, lo que incrementaría la inversión y se alentaría el crecimiento económico. Sin embargo, los costos asociados pueden obstaculizar los efectos favorables al elevar el consumo, reducir la productividad y ampliar el gasto público en el sector salud y seguridad pública. Para evitar esto, el gobierno deberá regular el negocio e invertir en la prevención del consumo de drogas y rehabilitación de adictos, y de esta forma, los beneficios superarían a los costos. En caso contrario, es fútil su legalización, pues los costos superarían a los beneficios.

7. HIPOTESIS

En octubre de 2008, sólo 7% de los mexicanos estaba a favor de legalizar la mariguana. Este porcentaje subió a 17% en febrero de 2009 y a 26% en agosto de 2010. Había una clara tendencia al alza. Sin embargo, dos años después, para agosto de 2012, el porcentaje ha caído a 19 por ciento. En contraposición, 79% de los mexicanos dijo estar en contra de la legalización del cannabis. Esto de acuerdo a los datos de la serie de encuestas en vivienda de Paramearía.

La tendencia mexicana contrasta con lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Según la larga serie de encuestas de Gallup, en 1996, 25% de los estadunidenses consideraba que la mariguana debía ser legal. En 2011 este porcentaje se había duplicado a 50 por ciento. Y, desde luego, en ese país hay diferencias importantes en los estados. Casi una veintena de ellos ya legalizaron la cannabis para uso medicinal y, hace unos pocos días, el electorado en Colorado y Washington votó a favor de su legalización con fines recreativos. La idea en esas entidades es que el consumo de la enervante hierba se trate de la misma forma que las bebidas alcohólicas, es decir, que su producción, distribución, comercialización, mercadotecnia y consumo sean lícitos, pero regulada de manera estricta por parte de las autoridades.

Soy de los que piensan que el consumo y la adicción a las drogas es un problema gravísimo de la sociedad de nuestros días. Además, creo

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