Las causas de la reducción de la audición
Enviado por jonatika3 • 6 de Marzo de 2013 • Trabajo • 2.378 Palabras (10 Páginas) • 376 Visitas
MEDICO
PÉRDIDA AUDITIVA
El oído
Cuando el oído no funciona adecuadamente envía señales débiles o distorsionadas al cerebro, lo que produce la pérdida auditiva. Desde el punto de vista médico fisiológico la pérdida auditiva consiste en la disminución de la capacidad de oír; la persona con pérdida auditiva no solo escucha menos sino que percibe el sonido de forma irregular y distorsionada.
El oído está integrado por tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.
• Oído externo: Está formado por el pabellón auricular (oreja) y el conducto auditivo externo. La oreja es el refractor de las ondas. El conducto auditivo externo tiene como función producir cerumen y reforzar ligeramente algunos armónicos.
• Oído medio: Comienza en el tímpano, continúa con la cadena de huesecillos, que son el martillo, yunque y el estribo; este último cubre la ventana oval que da al oído interno. Esta cadena es la encargada de conducir las ondas sonoras. El oído medio también es el encargado de proteger de las elevaciones bruscas, ya que al contraerse los músculos se aumenta la rigidez de la cadena de huesecillos. La cavidad del oído medio debe mantener unas condiciones de ventilación y equilibrio de presión respecto al exterior para asegurar así, un buen funcionamiento del tímpano y la cadena de huesecillos.
• Oído interno: En él se encuentra la cóclea que contiene líquidos (otolitos) y unas pequeñas vellosidades que son las células ciliadas. Las vibraciones acabarán excitando las células sensoriales que hay en la cóclea. Estas células forman el órgano de Corti, que es el encargado de traducir las vibraciones de un líquido a un código de señales bioeléctricas que pueda ser transportado por el sistema nervioso, donde se reconoce y se termina de procesar el sonido. La función del órgano periférico de la audición termina cuando las señales bioeléctricas se reúnen en el nervio auditivo situado a la salida de la cóclea.
El oído externo, o pabellón auditivo (la parte visible del oído), capta las ondas sonoras, que posteriormente viajan a través del conducto auditivo externo. Cuando las ondas sonoras golpean el tímpano, ubicado en el oído medio, éste empieza a vibrar. Al vibrar, el tímpano hace que se muevan los huesos que integran la cadena de huesecillos del oído, denominados martillo, yunque y estribo. Estos huesos, al vibrar, ayudan a propagar el sonido hasta el oído interno. Seguidamente las vibraciones llegan a la cóclea, que está llena de líquido y recubierta en su interior de miles de pequeñas células pilosas o cilios. Las vibraciones sonoras hacen que estos pelitos se muevan y transformen las vibraciones en señales nerviosas, a fin de que el cerebro pueda interpretar los sonidos.
PODEMOS CONSIDERAR DIVERSOS CRITERIOS A LA HORA DE CLASIFICAR TIPOLOGÍAS DE PÉRDIDA AUDITIVA O SORDERA
Denominamos sordera o hipoacusia al déficit funcional que ocurre cuando un sujeto pierde capacidad auditiva, en mayor o menor grado.
Llamamos umbral auditivo al estímulo sonoro más débil (de menor intensidad) que es capaz de percibir un determinado oído. Cada sujeto tiene su propio umbral de audición, que a su vez puede ser diferente en el oído derecho y en el oído izquierdo.
Para estudiar una sordera es necesario caracterizarla según:
• Cuantitativa: Según la cantidad de pérdida de audición.
• Topográfica: Con respeto al lugar donde asienta la lesión que produce el déficit.
• Locutiva: En relación con el lenguaje
• Etiológicas: se distingue dos tipos
DIFERENCIACIÓN DE LOS GRADOS DE SORDERA
Nuestros órganos de la audición perciben los tonos y la sonoridad del sonido como frecuencia e intensidad. Las ondas sonoras de baja frecuencia producen los sonidos de los tonos graves, como los de un bajo, mientras que las altas frecuencias producen sonidos de tonos altos, como los de un silbato.
Los decibeles (dB) son las unidades que se usan para cuantificar la sonoridad (lo que nuestra audición percibe como la intensidad del sonido). Una conversación agradable, por ejemplo, tiene una intensidad de 60 dB, mientras que una máquina para cortar pasto puede tener hasta 100 dB. Nuestros oídos responden a intensidades de entre -10 dB hasta 120 dB.
La severidad de un problema auditivo depende de lo fuerte que debe ser un sonido para que una persona lo pueda escuchar. Los grados de las pérdidas auditivas se clasifican de la siguiente manera:
• Audición normal: El umbral de audición no sobrepasa los 20 dB, en la gama de frecuencias conversacionales.
• Hipoacusia leve: Umbrales auditivos situados entre los 20 y 40 dB, en el que no tienen alteraciones significativas en la adquisición y desarrollo del lenguaje.
• Hipoacusia media: Pérdida auditiva entre 40 y 60 dB, en el que no percibe la palabra hablada, salvo la que está emitida a una fuente de intensidad, lo que implica dificultades para la comprensión y el desarrollo del lenguaje.
• Hipoacusia severa: Pérdida auditiva entre 60 y 80 dB, No oye la voz, excepto cuando se eleva mucho. Se utiliza la lectura labial y es imprescindible el empleo de audífonos y apoyo logopédico para alcanzar el desarrollo del lenguaje.
• Hipoacusia profunda: Pérdida auditiva que supera los 80 dB H.L., en la que afecta las funciones de alerta y orientación, estructuración, temporo-espacial y desarrollo intelectual y social.
IDENTIFICACIÓN DE LA LOCALIZACION DE LA SORDERA
Los tipos de sordera están relacionados con la localización de la lesión. El aspecto funcional de una sordera es diferente según el lugar donde se encuentre la lesión que ocasiona esta sordera.
El tipo de sordera también depende de la etiología de la misma, es decir de la causa.
Clásicamente se reconocen 3 tipos de sordera:
• De conducción.
• Neurosensorial.
• Mixta.
Sordera de conducción.
La lesión se sitúa en el oído externo o en el medio. Al déficit auditivo en el oído externo también se le denomina sordera de transmisión.
Oído externo: Una alteración a este nivel provoca una obstrucción a las ondas sonoras. Las alteraciones del oído externo provocan sorderas ligeras, generalmente reversibles con tratamiento médico y audio protésico.
Oído medio: Algunas de las anomalías del oído medio pueden ser: un tímpano poco funcional por roturas, hiperpresiones o hipopresiones del oído por una mala ventilación u otitis, alteraciones congénitas en la cadena de huesecillos, alteraciones óseas degenerativas. Las alteraciones del oído medio son
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