“Las energías renovables no convencionales en Colombia, soñando por un país más verde.”

Resumen del texto “Las energías renovables no convencionales en Colombia, soñando por un país más verde.” [1]

Oscar Danilo Guzmán Villanueva - Código: 25452231 - Grupo 1

Introducción.

La tecnología ecológica en el país se desarrolla a pasos lentos pero firmes. como en el resto del mundo, en Colombia se están adoptando estas formas de producción de energía, porque sea una manera de reducir el cambio climático, o por el hecho de que las convencionales energías provenientes de combustible fósil se están agotando. Sin importar cuales sean los motivos, la llegada de estas tecnologías es inminente, y como podemos aprender de varios ejemplos en la historia, no podemos depender de un solo medio que supla un servicio, por ejemplo, en transporte o alimentación, de modo que no nos podemos fiar de un solo medio de producción de energías, y más cuando estos dependen de medios económicos o ambientales. En este punto es donde aparecen las Fuentes No Convencionales de Energías Renovables (FNCER) que son básicamente las fuentes de energía sostenible, que son usadas a nivel mundial pero que a nivel nacional no son ampliamente usadas, comercializadas o investigadas, como la solar, mareomotriz, eólica, geotérmica, biomasa entre otros, que a largo plazo no le hacen tanto daño al planeta, y su mantenimiento puede tener un costo inferior al de las tradicionales fuentes de producción de energías.

Energías renovables en el mundo.

No es ningún secreto que Colombia está por detrás de lo que realmente podría lograr teniendo los recursos, población y economía que tiene. En términos generales las grandes potencias de las que siempre oímos son las que lideran el uso de estas tecnologías, Estados Unidos y China, por ejemplo, son 2 países que lideran las iniciativas en varios ámbitos de las energías renovables, ya que son a la vez, los países más contaminantes del mundo. Aunque Colombia no emitiera ningún gas de efecto invernadero, a final de cuentas esto no se notaría, es por esto mismo que éstas grandes potencias altamente industrializadas son las que más esfuerzo ponen para reducir la contaminación. Otro ejemplo de un país industrializado con altas medidas anticontaminantes es Alemania, el cual el primero de enero del presente año, 2018, tuvo un consumo de electricidad del 100% producida por fuentes renovables.

Cada vez más los países exigen este tipo de tecnologías, haciendo que su desarrollo, producción e implementación “continúen avanzando como ha venido sucediendo en los últimos 40 años” [2], lo que significa que su ritmo de crecimiento es de tipo exponencial, y podríamos intentar asociarlo de manera inversamente proporcional a uso de combustibles fósiles para la generación de energía.

Paso firme pero seguro.

Como venimos viendo la prioridad del país no es la de cambiar los rentables combustibles fósiles por una energía más renovable, sin embargo, al ser unas energías que serán indispensables en el futuro se han planteado objetivos que paso a paso esperan subir la participación de las energías renovables en el porcentaje de consumo de energías totales, esperando un optimista 30% de utilización de energías renovables para el 2020.

Riesgos de las hidroeléctricas.

Si bien Colombia tiene pocos medios de producción energética y puede autoabastecerse en cuanto a uso de combustibles fósiles para este fin como lo puede ser el carbón mineral, también tiene una fuerte dependencia de las hidroeléctricas que son mayormente utilizadas para no generar tantos gases de efecto invernadero.

En sentido práctico Colombia no contamina tanto como otros países con situaciones similares en cuanto a requerimiento energético y economía. Éstas plantas hidroeléctricas tienen un problema fundamental, el cual es el nivel del agua en temporadas secas, lo cual hace que se necesite utilizar plantas termoeléctricas de un día para otro. Dependiendo del precio de los combustibles fósiles para ese momento puede ser un duro golpe para la economía del país, por éste motivo es que se deben tener otras alternativas energéticas que no tengan un costo de generación tan dependiente del mercado, estabilizando de cierta forma la economía en épocas de crisis hídrica, en donde no solo se tiene gastos a nivel agro-industrial y natural, sino también en costes de mantenimiento de plantas que puedan dañarse además de medidas repentinas para no terminar con apagones en el país. Cabe aclarar también los daños ambientales de cada construcción humana, aunque no genere gases de invernadero, deforman el ambiente en el que se encuentran, como por ejemplo el desvió de los causes de ríos, sin embargo, es mejor a grandes termoeléctricas que como se han venido trabajando es mejor tenerlas de segunda opción en caso de emergencias eléctricas.

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