Ley Wolf
Enviado por giltallas • 29 de Agosto de 2012 • Informe • 372 Palabras (2 Páginas) • 1.268 Visitas
El principal objetivo del esqueleto es proteger y soportar los tejidos blandos, propor¬cionando rigidez al cuerpo y sitios de inserción de tendones y músculos para generar movimientos. En vida, el hueso es un tejido activo que crece durante el desarrollo del individuo, y se moldea y remodela durante el transcurso de la vida gracias a la acción de las células óseas: los osteoblastos, responsables de la formación de nuevo hueso; los osteoclastos, responsables de la reabsorción del hueso, y los osteocitos, involucrados en el mantenimiento del hueso. La capacidad de reacción de estas células puede ser afectada por condiciones patológicas o por fuerzas externas, mo¬dificando la morfología general ósea (White, 2000; Mays, 1998). Esta modificación incluye la reorientación de partes y áreas del hueso: cuando el límite de plasticidad ósea es excedido, el hueso no puede recobrar su forma original y modifica por ello su estructura. En 1892, Julius Wolff señaló que “la forma dada del hueso, los ele-mentos óseos colocados o desplazados en la dirección de la presión funcional y su aumento o disminución en masa reflejan la cantidad de presión funcional” (Kennedy, 1989: 134); en otras palabras, “el hueso responde en función de las fuerzas que se aplican sobre él” (Molnar, s. f.: [En línea]); esta observación, conocida como la ley de transformación de Wolff, describe la respuesta del hueso a fuerzas mecánicas y representa el concepto fundamental para los estudios de marcadores de estrés ocu¬pacional. El hueso, como tejido vivo, puede modificarse respondiendo a repetidas fuerzas aplicadas a él, fortaleciéndose donde lo necesita y reduciéndose donde no.
Los marcadores de estrés ocupacional reflejan una tensión aguda y prolongada causada por la acción muscular que produce alteraciones en la superficie del hueso. Metodología para el registro de marcadores de estrés músculo-esquelético / 259
Con el fin de resistir la tensión, el hueso expande su estructura para disminuir o disipar esa fuerza, y estos cambios producen cambios morfológicos observables en forma de bordes, hoyos, arrugas o exostosis. A diferencia de los cambios óseos producto de una patología, los marcadores de estrés músculo-esquelético se distinguen e identifican como cambios en la dimensión del hueso que están presentes sólo en los sitios de inserción muscular, y son cambios aislados y de naturaleza no aleatoria.
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