Liquido para vapeador con uso de expectorante

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Planteamiento:

El presente trabajo pretende responder y aportar información en relación a la siguiente pregunta: ¿Se puede dar un uso de expectorante y/o medicamento para la garganta al uso de un vapeador a través de un líquido que sea preparado en base a medicamento para la garganta? La pregunta de investigación planteada busca la relación entre un uso medicinal de esta herramienta y uno recreativo. Los diversos estudios que se han realizado comprueban que a la fecha no se han presentado síntomas negativos por el uso de este dispositivo, por lo que se planea confirmar las conclusiones de estas investigaciones para ofrecer un producto libre de efectos secundarios.

Justificación:

Realizar una investigación para el diseño y producción de un líquido para cigarro electrónico o vapeador que sirva como expectorante para la garganta y pulmones (uso medicinal) que no cause adicción al consumidor y que la dosis que utilice no sea mayor de la necesaria para atacar el problema de la garganta. Se analizarán diversas concentraciones del expectorante en el líquido para vapeador y cómo reaccionan algunos voluntarios a la exposición de este producto en varios intervalos de tiempo.

Objetivo:

1. Crear un líquido para vapeador que tenga propiedades de expectorante, con una dosis mínima de medicamento para la garganta. Este líquido debe cumplir los siguientes puntos:

• Ser de uso fácil
• Contener sabor agradable para el consumidor promedio
• Ser no adictivo para el consumidor
• Tener distribución por medio de receta médica para evitar el mal uso del producto

2. Recopilar datos alrededor del uso del líquido a diferentes concentraciones de nicotina, como alternativa para ayudar a calmar las ansias del fumador habitual.

Marco Teórico:

En la actualidad existen muchas formas de consumir sustancias para uso recreativo, siendo una de las más populares el cigarrillo a base de tabaco. De acuerdo con la OMS existen en la actualidad más de mil millones de fumadores en el mundo, siendo este una de las mayores causas de defunción, enfermedad y empobrecimiento a nivel global.

No es de sorprender que tanto los fumadores, así como todos fumadores pasivos (cuyo número aumenta cada vez a un ritmo más grande encabecen las listas de enfermedades pulmonares y de garganta año tras año.

• En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita. En las mujeres embarazadas ocasiona bajo peso ponderal del recién nacido.
• Casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo de tabaco en lugares públicos.
• Más del 40% de los niños tienen al menos un progenitor que fuma.
• El humo de tabaco ajeno causa más de 600 000 muertes prematuras cada año.
• En 2004, los niños representaron el 28% de las defunciones atribuibles al humo de tabaco ajeno.
• Un estudio realizado por la Revista Médica de Chile en el año 2006 acerca de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) entre fumadores habituales arrojo resultados importantes: El riesgo de tener EPOC en aquellos individuos que fumaron, al menos cien cigarrillos en la vida, fue alto para los dos sexos por igual.

Esto nos habla de una necesidad inmediata de combatir no solo la adición en un fumador habitual, sino también las enfermedades que conllevan el consumo del tabaco.

Dadas estas tendencias, así como la naturaleza adictiva del tabaco que se consume en un cigarrillo ordinario, no es de sorprender que cada vez se popularicen de manera exponencial los métodos que ayuden a combatir el uso cigarro. Uno de estos métodos siendo los e-cigs.

El cigarro electrónico o e-cig (como es normalmente abreviado por su nombre en inglés, electronic cigarette) es un dispositivo patentado desde 1965, y comercializado a partir por primera vez a partir del año 2003 que permiten a muchos fumadores calmar las ansias de consumir un cigarrillo normal. Esto se logra por medio de la simulación de la sensación que da un cigarro normal, combinado con una dosis mínima (o en algunos casos inexistente) de nicotina. A diferencia del cigarro tradicional que quema el tabaco contenido dentro del mismo, el cigarro electrónico utiliza una resistencia para calentar el líquido contenido dentro del dispositivo, para liberar un vapor.

Los líquidos para cigarros electrónicos tienen muchos derivados, que van desde diferentes sabores, diferentes aromas, así como líquidos con sus diferentes concentraciones de nicotina. Usualmente contienen las siguientes sustancias: propilenglicol, glicerina, nicotina, saborizantes (tabaco, menta, frutas, canela, etc.) y otros aditivos.

Se han realizado diferentes estudios referentes a la seguridad de este dispositivo, siendo el más prominentemente estudiado en esta investigación el de la Universidad Central de Venezuela. Esta investigación arrojo resultados sumamente contundentes que podemos recopilar en los siguientes puntos:

• Las leyes que regulan estos dispositivos son escasas, siendo el hecho de no haber prohibición para su uso en lugares públicos una de las grandes diferencias con su alternativa tradicional.
• El cigarrillo electrónico si ayuda a disminuir el riesgo de cáncer de pulmón, así como sus enfermedades derivadas.
• Existen pocas advertencias de salud, etiquetado y descripciones mandatarias a causa de las faltas de regulación ya mencionadas.
• Debería prohibirse el mercadeo a niños y su venta a menores de 18 años, así como su comercialización y venta por internet y en los alrededores de los colegios.

Otras investigaciones han arrojado datos acerca del uso de estos dispositivos no encontró que el uso de e-cigs con nicotina acompañen otros efectos adversos más frecuentes o graves de los que se producen con el uso de cigarrillos tradicionales. Se estima que el número de consumidores de cigarros electrónicos tan solo en Estados Unidos sobre paso los 2.9 millones en jóvenes de entre 14-18 años de edad. Por lo que se prevé un crecimiento aún mayor en el uso de este dispositivo a nivel mundial.

Con la idea de acabar con esta controversia, el Servicio de Salud Pública de Inglaterra (PHE), ha dado a conocer un interesante estudio donde se asegura que los cigarrillos electrónicos son menos perjudiciales que los de tabaco. Un paso muy importante para un país, donde las enfermedades provocadas por el tabaco son un problema de salud pública.

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