Los Cambios De Estados Del Agua En El Ciclo Del Agua Y Las Propiedades De Las Moléculas Que Permite Estos Cambios.

En el ciclo del agua, las moléculas de agua se transfieren continuamente del océano a la atmósfera, de la atmósfera a la tierra y de la tierra va de nuevo al océano. El agua se evapora a una temperatura de 100 °C, el punto de ebullición del agua. Este punto de ebullición es muy alto, ya que el agua tiene un calor específico muy alto o, en palabras más simples, requiere mucha energía para aumentarla de temperatura. Las altas temperaturas rompen la tensión superficial del agua causada por los puentes de hidrógeno. Esto causa que las moléculas de agua se separen y se conviertan en gas. Al evaporarse, el agua enfría el aire porque absorbe el calor del aire. Luego de evaporarse, el agua se condensa cuando baja la temperatura aunque sea un grado menos. El agua se condensa rápido porque, al ella poder absorber mucho calor sin afectar grandemente su temperatura, es difícil mantenerla en estado gaseoso.

Al condensarse, las moléculas de agua comienzan a unirse por cohesión. Cuando se unen muchas moléculas forman gotas que son muy pesadas, ésto es lo que causa la lluvia o precipitación. Pero hay otros tipos de precipitación, como nieve o granizo, que ocurren cuando el agua en la atmósfera se congela a temperaturas de 0°C. El granizo es hielo y suele ser más grande y menos denso que las gotas de agua, porque el agua al congelarse se expande. Luego de la precipitación, las moléculas de agua se cambian de la atmósfera a la tierra. El agua, que no es absorbida por diferentes organismos como las plantas que la absorben de sus raíces por capilaridad, se une por cohesión y se transfiere a los ríos. Mientras el agua pasa por el río, algunos minerales se disuelven en ella. Esto debe a que el agua, al ser una molécula polar, es un buen disolvente de moléculas polares e iónicas.

El agua del océano es salada debido a que muchos minerales al disolverse en el agua ocasionan que, al agua transferirse al océano, se lleve todos esos minerales arrastrados. Al llegar el agua de nuevo al océano comienza la trayectoria nuevamente. Gracias a este ciclo y a las propiedades del agua, que puede absorber grandes cantidades de calor, es que la Tierra se mantiene a una temperatura bastante estable.

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