Los Casquetes Polares
Enviado por giudicri8 • 21 de Marzo de 2012 • 2.249 Palabras (9 Páginas) • 820 Visitas
Introducción.
El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo, el ritmo de estas variaciones se ha acelerado de manera anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria, y como consecuencia ha traído el descongelamiento de los casquetes polares. Al buscar la causa de esta aceleración climática, los científicos encontraron que existe una relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de los gases de efecto invernadero (GEI), provocados principalmente por las sociedades industrializadas.
Las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida son desiertos helados, sin más vida que bacterias invisibles y esporas. Sin embargo, esos enormes depósitos glaciares influyen en todo el globo terráqueo, aunque la gente que vive lejos de ellos no se dé cuenta; los efectos de sus tormentas y sus ondas frías llegan a todas partes, regulando así el ambiente.
El Ártico se ha convertido en fuente de petróleo y gas; y quizá mañana serán explotadas ambas regiones polares para aumentar la producción; y como todo genera consecuencias, tendremos un clima más desfavorable que el de ahora, esto ha generado preocupación en todo el mundo, incluyendo a la comunidad científica. Mas el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando a un ritmo acelerado actualmente, y antes del año 2050 las concentraciones de dióxido de carbono se habrán duplicado y esto acarreara consecuencias nefastas para la vida planetaria.
El descongelamiento de los casquetes polares.
El derretimiento del Ártico se aceleró durante el último verano en el hemisferio norte y la situación preocupa a muchos científicos, que lo tomaron como una señal de que el calentamiento global empeoró e incluso especulan que el mar congelado desaparecerá en apenas seis años. De acuerdo a datos del satélite de la NASA, la capa de hielo que cubre Groenlandia perdió en el último año casi 19.000 millones de toneladas más que en el anterior, y el volumen de hielo en el Ártico, para el final del último verano boreal, era la mitad de la que había hace cuatro años.
Los científicos habían sorprendido hace un par de años a sus colegas al decir que el Ártico se derretía tan rápido que podría desaparecer en el 2040, ahora uno de los investigadores manifestó que podría ocurrir mucho antes, es decir el océano Ártico podría quedarse prácticamente sin hielo para cuando termine el verano del 2013, informo un climatólogo de la NASA.
Una fecha similar predijo el profesor de la Unión Americana de Geofísica, Wieslaw Maslowski, que indica que el océano helado podría desaparecer en cinco o seis años.
Se pronostica que el 2008 será el año más fresco desde 2000. Los especialistas señalaron que tuvieron en cuenta el fenómeno anual de La Niña en el Océano Pacífico, que se espera sea especialmente fuerte este año, informó la BBC. Las elevadas concentraciones atmosféricas de los gases que causan el efecto invernadero, las variaciones solares y los cambios naturales en las corrientes oceánicas, también fueron consideradas para el estudio.
En los últimos 30 años el mundo se ha vuelto más húmedo debido al calentamiento global provocado por los seres humanos, el nivel promedio mundial de vapor de agua en la atmósfera creció en más de 2%, este aumento, dicen los científicos de la Universidad de East Anglia, Gran Bretaña, podría cambiar los patrones de lluvias, intensificar las tormentas tropicales e incrementar el cansancio y la tensión por calor que padecen los seres humanos.
Los cambios inducidos por los humanos, calcula el grupo de expertos, han sido el factor más grande del crecimiento de la humedad mundial que ha tenido lugar desde 1975, la cual se manifiesta en “vapor de agua", atrapa más calor en la atmósfera, elevando aún más las temperaturas y los niveles de humedad.
Las consecuencias de un aumento tan alto de temperatura será el descongelamiento de los casquetes polares del Ártico y la Antártida, aumento del agua en los mares en 50 centímetros y desaparición de amplias zonas costeras del mundo que afectarían la economía de 40 países y desplazarían a 200 millones de personas.
El actual no es el primer periodo de calentamiento del planeta, pero sí es el primero en que una de las causas relaciona directamente la actividad humana. Hace 66 millones de años, en el Cenozoico, y luego de una larga etapa de glaciaciones de 530 millones de años en el Precámbrico, el clima empezó a calentarse. Muchas de las regiones que hoy son áridas o semiáridas eran húmedas. Pero ha diferencia los cambios climáticos se daban de forma natural, el efecto invernadero respondía a un ciclo natural, en el cual los gases presentes en la atmósfera eran capaces de almacenar radiación de onda larga, es decir, calor. Pero el fenómeno actual está mediado por una intensa actividad productiva y tecnológica del hombre, lo que acelera el proceso de calentamiento a niveles desconocidos.
Expertos del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático predicen que la temperatura de la tierra podría aumentar en 5,8°C durante el presente siglo, mientras que ese comportamiento en el siglo XIX fue de 0,5°C. alza de temperatura se ha convertido en una especie de arma de destrucción masiva, y esto no es una amenaza futura, sino una realidad presente. En efecto, los primeros seis años del siglo XXI fueron los más calientes de los últimos 100 años. Toda esta situación radica en las altas concentraciones de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y clorofluorocarbonos.
La situación es tan crítica, que el interés de la comunidad internacional es lograr que disminuya la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente el CO2, que aporta el 55% al calentamiento del planeta debido a la deforestación, la producción de energía eléctrica y el uso de los autos movidos con combustibles fósiles.
Para lograr que se cumplan los objetivos de controlar las emisiones de efecto invernadero, se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, pero los avances logrados desde entonces son escasos y frustrantes. Sólo hasta febrero de 2005 se logró poner en marcha, de manera oficial y con cláusulas vinculantes, este compromiso internacional. Uno de los pocos escenarios en los que se han tomado decisiones es en la prohibición de los gases clorofluorocarbonados (CFC) en Europa y Estados Unidos, la que empezó a operar luego de firmarse el protocolo de Montreal de 1987 y ratificado en Kioto diez años después. En las naciones en desarrollo este gas sigue comercializándose, debido a que las grandes fábricas están
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