Los estudios biotecnológicos
Enviado por dancavil • 19 de Diciembre de 2012 • Trabajo • 2.733 Palabras (11 Páginas) • 344 Visitas
INTRODUCCIÓN
La bioética surge como ciencia, en respuesta al problema de deshumanización de las ciencias de la vida, ya cada vez se realizan mayor cantidad de experimentos en los cuales el respeto por la vida es mínimo o nulo, por otra parte ante los avances tecnológicos de la medicina que, plantean problemas de orden ético, ante estas situaciones y teniendo en cuenta el gran avance que tuvo a partir de la década del sesenta los movimientos por el derecho de las personas, el movimiento por los derechos de los consumidores, y lo que se podría denominar como la segunda revolución enciclopédica pero, a un nivel de masificación dado por la sociedad de consumo, que llenó los negocios de revistas o diarios con enciclopedias médicas, hecho que les quitó a los médicos, el monopolio exclusivo de los conocimientos sobre el cuerpo humano y sus enfermedades.
DEFINICIÓN
Para definir bioética partiremos aclarando que la ética es una parte integrante de la filosofía, que estudia la obligación o deber que recae sobre ciertas acciones humanas. El deber ético en sentido restringido puede llamarse también social. Es el compromiso del ser humano con la colectividad, con su entorno social; mientras que el deber moral, adquiere una dimensión personal e intima de los individuos (la conciencia), alcanza las intenciones y propósitos, como por ejemplo codiciar los bienes ajenos. Existe moral o ética allí donde se contrastan las acciones humanas, dividiéndolas en buenas y malas; las buenas deben hacerse y las malas omitirse, aunque entre ellas haya diferentes matices de grises. Por ley natural tenemos derecho a la libertad, la que está consagrada en todas las constituciones, aunque muy pocos tengan clara las obligaciones que ese derecho comporta. La libertad que tenemos como individuo, termina donde comienza la libertad de nuestros semejantes, lo cual la hace restrictiva. Como seres humanos, debemos respetar el derecho de los demás.
Ahora con estos conceptos podemos definir bioética, El término connota dos aspectos: vida de la ética o ética de la vida, se originó en los Estados Unidos, como una forma de tratar con pacientes y experimentos médicos, y tomar decisiones cruciales respecto a la vida, la muerte y el destino de personas. En muchos países se han instituido comités que reglamentan mediante códigos las decisiones que involucran seres vivos. La bioética trata con principios de justicia, autonomía, no-maleficencia y beneficencia. Estos principios no deben aplicarse como una simple receta, sino que cada caso debe estudiarse separadamente y las decisiones deben ser tomadas por un comité de bioética, respetando la pluralidad de criterios. La bioética incorpora la asignación de recursos, la educación profesional y no profesional, los problemas comunitarios o de salud pública; así mismo trata con temas como los derechos de los animales, la ética del medio ambiente (ecoética) y la evolución cultural de la humanidad.
Los estudios biotecnológicos y las implicaciones sociales de las investigaciones científicas, están dentro de su ámbito de acción.
La clasificación de cualquier problema bioétíco, exige conocer como se hacen las cosas, lo que realmente se hace y no solamente lo que se dice hacer. Las investigaciones realizadas en el campo de la
Ciencia y tecnología, nos afectan a todos, por la naturaleza expansiva de su que hacer (globalización) y la capacidad de Su dominio, Sintetizando los avances biotecnológicos son problemas que atañen a lodos los seres humanos.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE BIOÉTICA
Los principios fundamentales, universalmente reconocidos de la bioética planteados por Beauchamp y Childress son:
Beneficencia: Se refiere a la obligación de prevenir o aliviar el daño hacer el bien u otorgar beneficios, deber de ayudar al prójimo por encima de los intereses particulares, en otras palabras, obrar en función del mayor beneficio posible para el paciente y se debe procurar el bienestar la persona enferma. Los elementos que se incluyen en este principio son todos los que implican una acción de beneficio que haga o fomente el bien, prevenga o contrarreste el mal o daño; adicionalmente, todos los que implican la omisión o la ausencia de actos que pudiesen ocasionar un daño o perjuicio.
El quehacer del profesional de la salud está fundamentado en el principio de beneficencia y consiste en el deber de asistir a las personas que lo necesiten. Este principio se vincula con la norma moral siempre debe promoverse el bien y tiene como obligaciones derivadas el brindar un servicio de calidad, con atención respetuosa, evitar el exceso de terapéutica y respetar condiciones, credos o ideologías. Este principio es utilizado para prevenir, aliviar el daño, hacer el bien como otorgar beneficios, debe estar dirigido a garantizar la salud de la sociedad en el sentido más amplio de este concepto, para lo que se precisa de un personal preparado, competente, actualizado, con una formación humanística basada en los principios éticos y conocedor de las peculiaridades de la población que asiste. No debe centrarse únicamente en curar o en restablecer la salud, sino también en prevenir y en educar, lo que conduce a la modificación de estilos y modos de vida, de patrones culturales que no contribuyen al mantenimiento de la salud colectiva.
El principio de beneficencia puede generar situaciones dilemáticas, en donde el acto de beneficencia se contrapone a la no comisión de un mal, daño o perjuicio; en estas situaciones priva la máxima de no causar daño, a menos que tal perjuicio esté intrínsecamente relacionado con el beneficio por alcanzar y en donde el paciente o su representante conjuntamente con el profesional de la salud considere al daño como inferior en relación con el beneficio por obtener y esté dispuesto a asumirlo.
Es importarte señalar que muchas veces el profesional de la salud, específicamente el odontólogo, cree ser benefícienle con respecto al paciente y realmente esto no necesariamente puede ser cierto, debido a que lo que el odontólogo considera como bien no siempre es coincidente con el bien que persigue el paciente. Diariamente por factores socioeconómicos, nos enfrentamos a pacientes que exigen un tratamiento específico, ya sea por dolor o por estética, mientras que el profesional quiere restaurar las condiciones de salud bucal general, o puede considerar que cualquier otra alteración es más importante resolver que la que manifiesta el paciente y se entra en un conflicto de intereses que compete a la beneficencia, el cual se puede resolver con una buena relación odontólogo paciente, donde se le dé al paciente toda la información posible sobre su salud bucal y pueda llegarse a un consenso sobre las posibilidades del tratamiento acordes
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