Los factores genéticos y ambientales

Existe una compleja interacción entre los factores genéticos y ambientales, que determina la forma en que se comportará un animal, otro principio es que los cambios en un rasgo, como el temperamento, pueden tener efectos imprevistos en otros rasgos aparentemente desvinculados. La sobre-selección en favor de un único rasgo puede terminar en cambios indeseables en otros rasgos de comportamiento y de conformación física. Los cambios hereditarios de los instintos en los animales, al ser domesticables generan controversia, ya que hay métodos rigurosos que sirven para modificar conductas, conductas instintivas que pueden o no cambiar. La domesticación como proceso por el cual una población de animales se adapta al hombre y al ambiente de cautiverio mediante una combinación de cambios genéticos, que suceden a lo largo de generaciones, y acontecimientos evolutivos inducidos por el ambiente, que se repiten en cada generación. Price (1984). Estos procesos de domesticación de una u otra manera conllevan a una alteración de la conducta ya que en muchos casos los individuos adquieren nuevos instintos perdiendo los instintos naturales.

Es innegable distinguir que existen conductas comportamentales instintivas heredadas en los animales, y que aunque hayan estado sometidos a procesos de domesticación las conductas instintivas naturales no son suplantadas, no obstante hallando excepciones en las cuales son modificadas las facultades mentales de los animales, a través de metodologías como condicionamientos de la conducta, amaestramiento o a causa de la impronta con humanos (perros, gatos etc.). Las costumbres impuestas han bastado para producir cambios mentales hereditarios, interponiendo el ser humano la selección, una selección basada en la perfección de cierta característica en cada especie, estos eliminando propiedades instintivas que son útil para la supervivencia propia del animal debido a la manipulación antropogénica con el mero fin de civilizar o mejorar el desempeño productivo, el hecho de que los instintos no sean siempre absolutamente perfectos y estén sujetos a equivocaciones; el que no pueda presentarse un instinto que haya sido producido en beneficio de otros animales, por más que estos se aprovechen de los instintos de otros

probablemente no sea deducción lógica, pero sí para nosotros muchísimo más satisfactoria, considerar que instintos tales como el del pollo de cuclillo, que echa a sus hermanos del nido, el de las hormigas que hacen esclavos, no son instintos especialmente creados, con los cuales se ha dotado respectivamente a esos animales, sino pequeñas consecuencias de la ley general que lleva a la mejora de todos los seres vivos, a saber: la reproducción , variabilidad, dejar vivir al más fuerte y dejar morir al más débil (selección natural)

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