Los fenómenos de la neurosis

Los fenómenos de la neurosis se hallan condicionados por la historia del individuo. No siempre resulta forzoso, para analizar y curar una neurosis, retroceder hasta los primeros años de vida; también resulta cada vez más difícil aprehender las reacciones psíquicas a medida que se profundiza más en los periodos en que todavía no existe el lenguaje, y en que muchas funciones que más tarde aparecen separadas aun permanecen indiferenciadas entre sí. El origen del yo empieza con el nacimiento, en un sentido estricto, no se completa nunca. El bebé pasa de un estado tranquilo a un estado de abrumadora estimulación ocacionandole un estado de tensión y displacer dando como resultado una angustia. En los primeros indicios de conciencia no hay una distinción entre yo y no yo, sino entre menor o mayor tensión. Los primeros signos de representación de objetos tienen su origen en el estado de hambre, esto hace que que el bebé desarrolle su primera ansia de objeto, ansía desesperadamente al agente materno ya que este se encarga de calmar su hambre. El origen del yo y el origen de la realidad son dos aspectos de una misma etapa del desarrollo. En la creación de la realidad, la idea del propio cuerpo desempeña un papel muy importante, a causa de la concurrencia de las sensaciones táctiles externas y los datos semsoriales internos, el cuerpo propio se transforma en algo diferente del mundo y se hace posible distinguir entre lo que es uno mismo y lo que no es uno mismo. Un intento primitivo de control de estímulos intensos es la imitación de aquello que es percibido, esto constituye una especie de identificación y el hecho de hacerce cargo de ello origina la percepción. El hambre con sus reiteradas perturbaciones del sueño ha obligado también al reconocimiento del mundo externo. La primera realidad es aquello que uno puede tragar, introducir en la boca o escupir, la base de toda percepción.El yo a causa de englobar dentro de sí mismo el mundo externo o partes del mismo, llega a sentirse omnipotente. Cuando los movimientos del niño son inyerpretados por los adultos que los rofean, como una señal de pedido de un cambio de situación, el niño puede interpretar está serie de hechos como una "omnipotencia de los movimientos". La introyección es un intento de hacer fluir al interior del propio yo partes del mundo externo. La proyección se refiete a colocar en el mundo externo las sensaciones displacientes cuando el niño es obligado a renunciar a la creencia en su propia omnipotencia, concidera omnipotentes a los adultos.El dominio del aparato motor es una tarea que el niño aprende gradualmente, en conexión permanente con la maduración del aparato sensorial. El niño tiene la capacidad de anticipar el futuro en la imaginación mediante un "ir probando" la realidad, ensayando de una manera activa y en pequeña dosis lo que podría sucederle a uno de una manera pasiva y en dosis desconocidas. En cuanto a la angustia,

...