MANUEL ELKIN PATARROYO

Manuel Elkin Patarroyo

(Ataco, 1946) Científico colombiano. Se graduó en 1970 por la Universidad Nacional de Colombia y un año después obtuvo su doctorado en medicina y cirugía. Ese año se casó con la pediatra María Cristina Gutiérrez, con quien tuvo tres hijos, dos de los cuales se dedican asimismo a la medicina.

Desde pequeño Patarroyo sintió admiración por Luis Pasteur, la inmunología y la virología, de modo que su carrera profesional se orientó a la investigación en diversos centros nacionales y extranjeros, en particular estadounidenses y suecos. En la Universidad Nacional fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios, en el cual ha adelantado investigaciones sobre lupus, marcadores genéticos, leucemia, susceptibilidad genética de la fiebre reumática, tuberculosis y lepra.

En 1983 su equipo inició los trabajos sobre la malaria alcanzando grandes logros: la obtención, en 1984, de una vacuna sintética (SPf 66), que se ha ido perfeccionando y ha mostrado siempre resultados contundentes.

Su carrera profesional siempre ha estado orientada a la investigación, desarrollándola en centros colombianos, suecos y estadounidenses. Es el fundador y actual director del Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios de Colombia, en el que ha desarrollado investigaciones sobre enfermedades como lupus, leucemia, tuberculosis, lepra y fiebre reumática.

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Posee una gran cantidad de reconocimientos científicos; en cuatro ocasiones ha obtenido el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar; premio ACAC al mérito científico; Premio Internacional Latinoamericano en Neumología Fernando D. Gómez; Premio Nacional de Ciencias de Tercer Mundo en ciencias médicas básicas; Doctor Honois Causa en varias universidades; Medalla de Edimburgo; Premio Robert Kock Medaille; Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica; Premio Convivencia de Ceuta; Premio Príncipe de Viana de la Solidaridad; así mismo, le han sido concedidas una gran cantidad de condecoraciones.

Hace unos veinticuatro años cedió la patente de su vacuna contra la malaria a la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de que se produjese y distribuyese libremente, con esto pretendía que fuera accesible para todos; en cambio, los intereses generados por las compañías farmacéuticas han provocado que no se haya aplicado ni una sola dosis.

Investiga al margen de la industria farmacéutica, por lo que depende de otros fondos

Su vacuna contra la malaria ha demostrado una efectividad de entre el 90 y 95% en monos; próximamente comenzarán los estudios con humanos. Junto con un grupo de amigos promete distribuir gratuitamente esta vacuna a través de una corporación, esto podría poner fin a los casi 500 millones de casos de malaria anuales en todo el mundo y los 3 millones de fallecimientos anuales que produce (lo que equivale a una muerte cada 15 segundos).

Varias multinacionales farmacéuticas han contactado con él para producir su vacuna a gran escala, pero se niega debido a que él puede producirlas por 15 céntimos y las compañías lo harían a 75 dólares.

Debido a su filantropía cuenta con numerosos enemigos que han intentado sabotearle en varias ocasiones; según el propio Elkin, un ministro del anterior gobierno colombiano intentó acabar con sus investigaciones, y de no ser por la ayuda de España no habría podido seguir con su trabajo.

Su vacuna contra la malaria es únicamente la punta del iceberg de lo que está por llegar

Su enfoque plantea estudiar las vacunas desde el punto de vista de la química, lo cual es totalmente novedoso, ya que las existentes hasta el momento se han desarrollado a partir de la biología. De las 517 enfermedades para las que estudia desarrollar vacunas tan solo 15 poseen vacunas en la actualidad.

La técnica que utiliza consiste en reconocer las moléculas que usan los parásitos para pegarse a las células que van a infectar, posteriormente averiguan su estructura química dividiéndolas en fragmentos. El sistema inmune es ciego a estos fragmentos, por lo que es necesario modificarlos químicamente, con ello se crean proteínas sintéticas idénticas a las partes que los patógenos usan para unirse a las células, esto hace que el sistema inmune pueda reconocerlas y produzca las defensas necesarias.

Este método ha demostrado su eficacia en la malaria, no obstante, Elkin Patarroyo ha demostrado que es aplicable al resto de enfermedades infecciosas; esto renueva las esperanzas de encontrar una vacuna contra el sida, pero no será a corto plazo, ya que de momento no se dispone de los fondos necesarios para llevar a cabo la pertinente investigación.

La crisis económica actual dificulta en gran medida la inversión en investigación científica, pero bien merece la pena hacer un esfuerzo e invertir en este campo, que además de salvar vidas puede atraer importantes inversiones extranjeras y con ello impulsar nuestra economía, haciendo que nuestra nación pase de ser el país del ladrillo al de la investigación.

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Publicó una investigación que sienta bases para nuevas vacunas contra más de 500 males infecciosos.

Después de 33 años de trabajo dedicados a buscar la forma de fabricar vacunas en el laboratorio para todas las enfermedades infecciosas, el científico Manuel Elkin Patarroyo, junto a un equipo de investigadores de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), acaba de dar a conocer los principios y las bases estructurales que lo permiten.

Este avance, que abriría las puertas para la prevención y el manejo, a través de vacunas, de más de 500 males infecciosos (que afectan a dos terceras partes de la humanidad y matan cada año a cerca de 17 millones de personas), fue divulgado hoy por la revista de química más importante del mundo: 'Chemical Reviews'.

Este, que sería el desarrollo científico más importante logrado por investigadores colombianos hasta ahora, se presentó a través de un modelo práctico, con la fabricación de una nueva vacuna contra la malaria que, de acuerdo con pruebas de laboratorio hechas con monos Aotus, tiene una efectividad del 90 por ciento.

¿En qué consiste el avance?

Como se sabe, hasta ahora las vacunas clásicas o biológicas se elaboran con el microbio causante de la enfermedad

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