MITOSIS Y MEIOSIS
Enviado por davidmor12 • 29 de Noviembre de 2012 • 4.893 Palabras (20 Páginas) • 731 Visitas
LA REPRODUCCION CELULAR
La palabra herencia normalmente se relaciona con el pasado, con lo que recibimos de nuestros progenitores. Todos los seres vivos somos herederos de un bien fundamental, el material genético, que se trasmite de generación en generación por el proceso de división o reproducción celular.
El proceso de reproducción celular más conocido entre los eucariontes, es sin duda, la mitosis. Por este proceso, una célula da lugar a dos células hijas que son virtualmente idénticas entre si es idéntica a su progenitora. Este parecido se debe, en parte, a que cada nueva célula recibe alrededor de la mitad del contenido del citoplasma –incluidas algunas organelas- de la célula materna. Pero, más importante aun es que cada nueva célula hereda una copia exacta de la información genética de la célula progenitora.
A lo largo de su vida, una célula –la meiosis- relativamente menos frecuente pero no menos importante que la mitosis. La meiosis parece haber evolucionado a partir de la mitosis y utiliza, en gran parte. Los mismos mecanismos celulares. Sin embargo, existen varias diferencias entre estos dos procesos o fases.
LA DISTRIBUCION DE LA INFORMACION GENETICA
El proceso de división celular cumple un papel fundamental en el mantenimiento de un ser vivo. Por medio de este proceso, los animales y las plantas crecen a partir de una única célula, los tejidos dañados se reparan y los organismos unicelulares se multiplican.
La materia genética está organizada en cromosomas y su distribución equitativa entre las células hijas es indispensable.
LA DIVISION CELULAR EN LOS PROCARIONTES
La distribución de duplicados exactos de la información hereditaria es relativamente simple en las células procariontes, en las que la mayor parte del material genético constituye una sola molécula circular de DNA. Esta molécula, que constituye el cromosoma bacteriano, necesariamente se duplica antes de la división celular como se ve en la siguiente imagen. El cromosoma procarionte ha sido el protagonista de numerosos estudios clave que sentaron las bases de la genética molecular.
LA DIVISION CELULAR EN LOS EUCARIONTES
En las células eucariontes, la distribución equitativa del material genético es mucho más compleja que en las procariontes. Esto se debe a que una célula eucarionte típica contiene cerca de mil veces más DNA que una célula procarionte y a que su DNA, es lineal, está repartido en varios cromosomas.
La distribución del material genético entre las dos células que resultan de una división comprende una serie de pasos, llamados colectivamente mitosis, proceso en el que un conjunto completo de cromosomas se asigna a cada uno de los dos núcleos hijos. Durante la mitosis, se forma una estructura de microtúbulos –el huso mitótico- a la que se unen, en forma independiente, cada uno de los cromosomas se separan unos de otros en forma organizada. Una célula somática humana tiene 46 cromosomas. Cuando una de estas células se divide por mitosis, cada célula hija recibe una y solo una copia completa de cada uno de los 46 cromosomas. Si esto no ocurriera, algunas células tendrían material en exceso y otras carecerían de la información necesaria para realizar sus funciones y morirían. Las organelas de las células eucariontas también se reparten entre células hijas.
La mitosis habitualmente es seguida de la citocinesis, o división del citoplasma, que separa a la célula progenitora en dos nuevas células. Cada célula hija tendrá en su núcleo una dotación de cromosomas completa, además de alrededor de la mitad del citoplasma de la célula materna con sus organelas y macromoléculas.
LA VIDA DE UNA CELULA: EL CICLO CELULAR
La mayoría de las células eucariontes transitan la rueda interminable de crecimiento y división que es el ciclo celular al pasar por cada una de sus tres fases principales: la interfase, la mitosis y la citocinesis. Una vuelta del ciclo puede completarse en pocas horas o requerir varios días, según el tipo de célula y de factores externos como la temperatura o los nutrientes disponibles.
La división en partes iguales es posible porque previamente se duplica el DNA, se sintetizan histonas y otras proteínas asociadas con el DNA en los cromosomas y se produce una reserva adecuada de organelas para las dos células hijas. Estos procesos preparatorios ocurren durante la interfase que, a su vez, se puede dividir en tres etapas: las fases G1, S y G2.
La fase G1 es un periodo de crecimientos general y duplicación de las organelas citoplasmáticas. En las células que contienen centriolos, estas estructuras comienzan a separarse y a duplicarse. El proceso clave de replicación del DNA ocurre en la fase S (de síntesis), periodo en el cual también son sintetizadas muchas de las histonas y otras proteínas asociadas son el DNA. Durante la fase G2, comienzan a ensamblarse las estructuras directamente asociadas con la mitosis y la citocinesis. Los cromosomas recién duplicados, dispersos en el núcleo en forma de filamentos de cromatina relajada, comienzan a enrollarse lentamente y a condensarse en forma compacta. Esto permite los movimientos complejos y la separación del material genético que ocurrirán en la mitosis. La duplicación del par de centriolos se completa y los dos pares de centriolos maduros, ubicados justo por fuera de la envoltura nuclear, se disponen uno perpendicular al otro.
La duración, así como otras características del ciclo celular, varía entre los diferentes tipos de células. Algunas de estas, como las situadas en tejidos gran velocidad de crecimiento, e incluso ciertos organismos unicelulares, pasan a través de numerosos ciclos celulares durante su vida.
Los glóbulos rojos de la sangre se originan a partir de las células madre o troncales de la medula ósea y tienen una vida muy corta, de no más de 120 días. En cualquier momento dado, en la sangre de un adulto hay aproximadamente 2,5 x 1013 glóbulos rojos. Las células madre contribuyen a mantener ese número de glóbulos rojos al producir, por división celular, alrededor de 2,5 millones de nuevas remplazadas.
Existe un tercer grupo de células que nunca pierde la capacidad para divertirse, pero lo hacen solo en circunstancias especiales. Este es el caso de las células hepática humanas cuando una porción del órgano resulta dañada y detiene su división cuando el órgano recupera forma y volumen
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