MUSCULO CARDIACO; EL CORAZÓN COMO BOMBA.
Enviado por Natalia Barria • 2 de Abril de 2017 • Informe • 2.651 Palabras (11 Páginas) • 262 Visitas
CARDIOVASCULAR
MUSCULO CARDIACO; EL CORAZÓN COMO BOMBA.
El corazón humano está formado por dos bombas separadas: el corazón derecho, que recibe la sangre procedente de los órganos periféricos y la bombea hacia los pulmones, y el corazón izquierdo, que recibe la sangre oxigenada procedente de los pulmones y la bombea hacia los órganos periféricos. Cada bomba está formada por una aurícula y un ventrículo. Los ventrículos se contraen y aumentan la presión de la sangre, lo que la propulsa para que circule. El corazón tiene un sistema especial de conducción que mantiene el ritmo y transmite los potenciales de acción por todos los músculos cardíacos.
GASTO CARDIACO Y SU REGULACIÓN.
El gasto cardiaco es la cantidad de sangre bombeada por el corazón hacia la aorta en cada minuto. También es la cantidad de sangre que fluye por la circulación periférica; el gasto cardíaco realiza el transporte de sustancias hacia y desde los tejidos. El gasto cardíaco de un adulto promedio es de aproximadamente 5 litros/min.
El retorno venoso es la cantidad de sangre que fluye desde las venas a la aurícula derecha en cada minuto
CONTROL DEL GASTO CARDIACO POR EL RETORNO VENOSO.
Si no se produce cambios en la distensión del corazón, el gasto cardiaco está controlado por factores que afectan al retorno venoso. Uno de los factores reguladores más importantes del retorno venoso es el metabolismo tisular. Un aumento de la tasa metabólica de un tejido puede provocar una vasodilatacion local, lo que producirá una disminución de la resistencia periférica total y, por tanto, un incremento del retorno venoso. Este mayor retorno venoso produce un aumento de la presión diastólica de llenado de los ventrículos, lo que tiene como consecuencia una mayor fuerza de contracción por los ventrículos.
PANORAMICA DE LA CIRCULACIÓN; FISICA MÉDICA DE LA PRESIÓN, EL FLUJO Y LA RESISTENCIA.
La función principal de la circulación es satisfacer las necesidades de los tejidos mediante el transporte de nutrientes hasta ellos, llevándose los productos de desecho, llevando hormonas de una parte del cuerpo a otra y, en general, manteniendo las condiciones homeostáticas en los líquidos tisulares para una supervivencia y función óptima de las células
La circulación está dividida en circulación pulmonar, que provee los pulmones, y circulación sistémica, que provee al resto de los tejidos del cuerpo. Las partes funcionales de la circulación son:
- Las arterias, que transportan sangre a una presión elevada hasta los tejidos, poseen unas paredes vasculares fuerte y un flujo sanguíneo rápido.
- Las arteriolas, que son las últimas ramificaciones del sistema arterial y que actúan como válvulas de control a través de los cuales la sangre se libera a los capilares; estos vasos tienen paredes musculares fuertes que pueden constreñirse o dilatarse, lo que permiten que puedan alterar en gran medida el flujo sanguíneo que llega hasta los capilares, para responder de esta forma a las necesidades cambiantes de los tejidos.
- Los capilares, a través de los cuales se produce el intercambio de líquidos, nutrientes y otras sustancias entre la sangre y el líquido intersticial; tienen las paredes delgadas y son muy permeables a las moléculas pequeñas.
- Las vénulas, que recogen la sangre procedente de los capilares y se van reuniendo gradualmente para formar venas cada vez mayores.
- Las venas, que actúan como vías para el transporte de la sangre desde los tejidos hasta el corazón; las venas también sirven como reservorios para la sangre y tiene las paredes delgadas, una presión baja y un flujo sanguíneo rápido.
INTERRELACIONES ENTRE LA PRESIÓN, EL FLUJO Y LA RESISTENCIA.
El flujo sanguíneo a través de un vaso depende del gradiente de presión y de la resistencia vascular.
El diámetro de los vasos tiene una enorme influencia sobre la resistencia al flujo sanguíneo:
La disminución del radio de los vasos sanguíneos aumenta enormemente la resistencia vascular. Ya que la resistencia vascular es inmensamente proporcional a la cuarta potencia del radio, incluso pequeñas variaciones del radio pueden producir grandes cambios de la resistencia
El aumento del hematocrito y el aumento de la viscosidad aumentan la resistencia vascular y reducen el flujo sanguíneo. Cuanto mayor sea la viscosidad de la sangre, menor en su flujo por un vaso, siempre que los demás factores se mantengan constantes. La viscosidad normal de la sangre es aproximadamente tres veces mayor que la del agua. El principal factor que hace que la sangre sea tan viscosa es que tiene un gran número de eritrocitos en suspensión, cada uno de los cuales ejerce una fuerza de fricción contra las células adyacentes y contra las paredes del vaso sanguíneo por el que se mueven.
El porcentaje de la sangre que corresponde a las células se llama hematocrito, y normalmente es alrededor de 40; esto indica que alrededor del 40% de la sangre son células y el resto es plasma. Cuanto mayo es el porcentaje de células en la sangre, esto es cuanto mayor es el hematocrito, mayor es la viscosidad de la sangre y, por lo tanto, mayor es la resistencia del flujo sanguíneo.
REGULACIÓN NERVIOSA DE LA CIRCULACIÓN Y CONTROL RÁPIDO DE LA PRESIÓN ARTERIAL.
El control nervioso afecta a funciones como la redistribución del flujo sanguíneo a diferentes partes del cuerpo, el incremento de la actividad de bombeo del corazón y el control rápido de la presión arterial. Este control que ejerce el sistema nervioso sobre la circulación se realiza casi totalmente por medio del sistema nervioso autónomo.
SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO.
Las dos partes del sistema nervioso autónomo son el sistema nervioso simpático, que es el más importante en el control de la circulación, y en sistema nervioso parasimpático, que contribuye a la regulación de la función cardíaca.
Los vasos sanguíneos y el corazón están inervados por nervios simpáticos. Las fibras vasomotoras simpáticas salen de la médula espinal a través de todos los nervios espinales torácicos y del primero o los dos primeros nervios espinales lumbares. Después pasan a la cadena simpática y desde aquí siguen dos rutas hacia el sistema circulatorio: 1) a través de nervios simpáticos específicos que inervan los vasos de las vísceras internas y el corazón, y 2) a través de nervios espinales principalmente los vasos de las zonas periféricas. Casi todos los vasos sanguíneos, salvo los capilares, están inervados por fibras nerviosas simpáticas. La estimulación simpática de las pequeñas arterias y arteriolas aumentan la resistencia vascular y disminuye la tasa de flujo sanguíneo a través de los tejidos. La inervación de los grandes vasos, en especial la de las venas, hace que la estimulación simpática disminuya el volumen de dichos vasos.
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