Magia.
Enviado por chelotripa • 22 de Mayo de 2014 • Tesis • 6.963 Palabras (28 Páginas) • 294 Visitas
La magia (del latín magīa, derivado a su vez del griego μαγεία mageia, ‘cualidad de sobrenatural’, probablemente del antiguo persa maguš, que contiene la raíz magh-, ‘ser capaz’, ‘tener poder’, haciendo referencia a la antigua casta sacerdotal persa y a su vez del sánscrito maga, ‘ilusión’, de la raíz may, ‘obrar’, ‘mover’)1 2 3 es el arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales.
Índice [ocultar]
1 Contextualización de la magia
1.1 Magia natural y magias no naturales o filosofías ocultas
1.2 Etiologías de la magia
2 La magia en la Antropología
2.1 La magia según Frazer
2.2 La magia según Caro Baroja
2.3 Magia y religión
3 Historia de la magia
4 Criterios, términos y opiniones sociales sobre la magia
4.1 Criterios y estudios académicos hasta la actualidad
4.1.1 Términos relacionados con las magias y ocultismos
4.2 Opiniones sociales sobre la magia en la actualidad
5 Las magias y sus clases
5.1 Las magias «no naturales» en Europa
5.2 Manitu o la magia en América del Norte
5.3 Los Chactas
5.4 Los Alibamones
5.5 Las santerías
5.6 Magia blanca
5.7 Magia negra
6 Animismos
6.1 Chamanismo
6.2 Candomblé
6.3 Vudú
6.4 Umbanda
6.5 Quimbanda
6.6 Wicca
7 Magia clásica, Teosofía y nuevas magias contemporáneas
7.1 Magia sexual
7.2 Thelema
7.3 Samael Aun Weor
7.4 Ordo Templi Orientis
7.5 Magia luciférica
7.6 Magia enoquiana
7.7 Magia musical
8 Un ejemplo descriptivo de la psicología, filosofía y rituales de la Magia
8.1 La evocación
8.2 La invocación
8.3 Medios de contacto
8.4 Consagración de los utensilios del mago
8.5 El juramento del mago
9 Magia en la actualidad
9.1 La Luz y la Oscuridad
10 Véase también
11 Referencias
12 Bibliografía
13 Bibliografía complementaria
14 Enlaces externos
Contextualización de la magia[editar]
Inversamente a la Teología, Filosofía y a las ciencias ortodoxas que versan e importan sobre las causas, la magia, para autoformularse y autodefinirse, se define como la manifestación de la supuesta veracidad maravillante de algunos efectos que no requiere averiguar sus causas. Conocer las causas o que el efecto no sea maravilloso extingue la magia y el pensamiento mágico migra a otros tipos de pensamiento, (de los supuestos «efectos mágicos» se deriva la metonimia histórica con la medicina y la farmacología).
A través de la aceptación de la existencia de la magia, se acepta implícitamente a ésta como la causa abstracta o seudoabstracta del efecto mágico, como un principio o verdad primaria a partir del cual se desarrolla toda la parafernalia seudológica. Desde tiempos muy remotos, se aspira a develar, a conocer y a usar lo que presumiblemente estaría oculto a los sentidos (Cognición), oculto a la percepción sensorial clásica, a la lógica, a la razón y al criterio. Estos son, como mínimo, los tres elementos esenciales a la magia genérica:
Un «efecto» que se percibe como «maravilloso» cuya causa sea desconocida e «inexplicable» en el momento considerado.
La magia no busca axiomas imperativos, una antonomasia de la magia es el tópico del «objeto que aparece de la nada» o por arte de magia, la magia es la causa misma.
Entre sus atribuciones funcionales más antiguas y características (arquetipo) estaría la facultad de la adivinación, que no se debe conceptualizar junto con la profecía.
La magia, en su acepción más arcaica, es disidente del axioma racional que afirmaría que el universo estaría exclusivamente gobernado por las «leyes naturales o materiales» conocidas o por conocer y habitado solo por la materia. Esta magia arcaica, con un criterio inherente de dualidad espíritu-materia, dio origen al pensamiento mágico y en el entorno de las primeras civilizaciones, a dos clasificaciones evolutivas de la magia, historialmente llamadas «magia natural» y «magias no naturales o filosofías ocultas».
Magia natural y magias no naturales o filosofías ocultas[editar]
En algún momento de la historia de la humanidad, estos dos conceptualismos de la magia comenzaron a divergir. El dramaturgo Lope de Vega, en su libro Pastores de Belén, dedicó unos párrafos para describir literariamente las diferencias de estos conceptos en la cultura de su época:
«(...) La Magia natural no has de entender, que es aquella en que se consultan los infernales espíritus, con tan infame nombre como le han dado en las divinas y humanas letras (...) Los maléficos son aquellos que usan sangre, víctimas y cuerpos muertos, como la Pitonisa, que a Saúl le truxo el cuerpo de Samuel, para que le respondiere. Verdad es, que ya el nombre de Magos, se va introduciendo por los que exercitan lo que digo, como la Astrologia por abuso ha venido a ser vituperada, siendo lo mismo que la Astronomia: y a si dicen algunos que Pitágoras, Empedocles, Democrito y Platón fueron llamados Magos, a la manera de Zamolxis y Zoroastro, el hijo de Oromasco. (...)»
Magia natural: Fueron definidos como «la magia natural» todos los fenómenos naturales observables en los cuales interviniera o estuviera presente la materia aunque fueran inexplicables. Así fue considerada y desarrollada la astrología por los persas, cuyos artífices eran llamados «los mágicos o magos», ésta devino en la astronomía. Aún en el siglo XVII el célebre pedagogo y físico alemán Gaspar Schott (jesuita) titulaba sus textos de física (que él mismo elaboraba y luego impartía a su alumnado) «magia acústica y magia óptica» (escritos en latín), en clara alusión al recuerdo del significado etimológico arcaico de la «magia natural», frase reservada en latín para aludir a la fenomenología física todavía inexplicable científicamente en su tiempo, como la luz y el sonido.
Magias no naturales, teologías o filosofías ocultas: En síntesis, una posible definición genérica sería la «idea de establecer un contacto de relación con cualquier tipo de entidad espiritual o mecanismo sobrenatural». Contactos de relación, tales como la invocación, evocación, adivinación, numerología o las cábalas, entre muchos otros. Otra clasificación subjetiva y arcaica establecería a las entidades y mecanismos sobrenaturales.
Véase también: Ciencias ocultas
Etiologías de la
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