Malnutrición y su relación con el sistema inmune

Malnutrición (obesidad y déficit) y su relación con el sistema inmune.

Cerca del 45% de las muertes en la población infantil menor a 5 años se debe a causas subyacentes a la desnutrición, por lo que se considera una problemática a nivel mundial. Los niños que se encuentran en estado de desnutrición son más susceptibles a adquirir enfermedades infecciosas, lo que puede deberse al deterioro de la función inmune.

La población infantil desnutrida es susceptible a enfermedades  oportunistas como la varicela y la neumonía y diarrea bacteriana, provocadas agentes infecciosos, por lo que se recomienda que una vez que un niño desnutrido adquiera una enfermedad de origen infeccioso se le administre un tratamiento farmacológico con antibióticos. No todos los niños que mueren por desnutrición lo hacen también a causa de enfermedades infecciosas, por lo que el deterioro de la función inmunológica no es la única causa de estos decesos, sin embargo si juega un papel relevante.

Para diagnosticar un estado nutricio en riesgo por desnutrición se utiliza la relación peso X longitud, en caso de desnutrición aguda se utiliza la medida del perímetro braquial (medida antropométrica) que ayuda a predecir el riesgo de mortalidad por desnutrición.

Los parámetros inmunológicos que ayudan a medir la relación entre la desnutrición y la alteración de la función inmune son: función de la barrera epitelial, función de la mucosa intestinal así como la respuesta del sistema inmune innato y la respuesta inmune adquirida.

La barrera epitelial como mecanismo  de primera línea de defensa, se observa con alteraciones en niños con desnutrición ya que presentan hiperpigmentación, atrofia, agrietamiento y descamación de la piel lo que daría oportunidad de ingreso a diversos agentes patógenos, estudios diferenciados en tejido epitelial permitió observar alteraciones en la respuesta inmune (menor cantidad de monocitos y macrófagos en relación  un aumento de la presencia de glóbulos blancos) parecidas a una respuesta inmune inmadura en neonatos.

En cuanto a la función de la barrera intestinal se observaron paredes intestinales delgadas, adelgazamiento de la mucosa, escasas microvellocidades y aumento de la permeabilidad intestinal por lo que se consideró que el intestino de los niños con desnutrición puede predispones la translocación bacteriana. El análisis por biopsia realizados en células del intestino delgado de niños desnutridos de África demostró que se presenta un aumento den la filtración de linfocitos T.

La respuesta inmunitaria innata también demostró alteraciones al observarse mayor cantidad de leucocitos totales y una disminución en la presencia de células Natural Killers y la disminución de la quimiotaxis de granulocitos.

En la inmunidad adquirida mediada por anticuerpos por la respuesta de linfocitos T efectores  y  linfocitos B, se pudo observar atrofia del timo, de ganglios linfáticos, del bazo de las amígdalas.  Se observó también una menor presencia de linfocitos T y de linfocitos B, con una mayor producción de IgE, IgD. Como  respuesta a la vacunación se pudo observar seroconversión retardada y en algunos casos aumento de síntomas por efectos secundarios.

La obesidad es el factor principal que aumenta el riesgo de complicaciones ante la presencia de enfermedades respiratorias de origen infeccioso como la influenza, la Covid-19 y otros tipos de coronavirus, debido a la atenuación de la actividad inmunológica ante la inflamación crónica producida por dichas enfermedades. En personas con obesidad se presenta una  entidad inflamatoria que puede afectar la respuesta inmune, en el tejido adiposo interactúa a la producción de leptina y otras sustancias que se cree producen cambios inflamatorios mediados por citoquinas.

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