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Manifestaciones neurológicas del Sida


Enviado por   •  25 de Junio de 2013  •  Ensayo  •  1.356 Palabras (6 Páginas)  •  320 Visitas

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GUIA DE PRACTICA CLINICA

MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS DEL SIDA

I. NOMBRE Y CODIGO

Manifestaciones neurológicas del Sida

II. DEFINICION

El virus de la inmunodeficiencia humana produce una infección crónica y progresiva que se expresa con un amplio espectro de manifestaciones clínicas que van desde la infección aguda primaria hasta infecciones oportunistas y neoplasias que amenazan la vida.

FISIOPATOLOGÍA Y PATOGENIA DEL SIDA

La enfermedad por el VIH es un proceso continuo que comienza en el momento de la infección y finaliza en un estado de inmunodeficiencia severa. De forma artificial y para facilitar y unificar el manejo de los pacientes, se ha divido la historia natural de la enfermedad en estadios evolutivos con características clínicas e inmunológicas concretas.

Durante la fase inicial (primoinfección) tiene lugar, hasta en el 60% de los casos, un síndrome que aparece de una a tres semanas tras la exposición y se resuelve espontáneamente en cinco a catorce días. Cursa con fiebre, faringitis, cefalea, exantema maculopapular, adenopatías y con menor frecuencia como una meningoencefalitis, mielopatía o polineuropatía. En esta fase existe un descenso transitorio de la cifra de linfocitos CD4, que puede facilitar la aparición de alguna infección oportunista menor (candidiasis esofágica). El paciente no ha desarrollado aún anticuerpos anti-VIH aunque puede contagiar ya la enfermedad («período de ventana»). Únicamente podremos diagnosticar la infección en este período buscando el propio virus (cultivo, RCP o detección del antígeno p24). La seroconversión se produce generalmente de dos a seis semanas después de la primoinfección, aunque en los pacientes infectados por vía sexual se han descrito «períodos ventana» incluso de hasta 6 años. En más del 95% de los casos la seroconversión ocurre en los primeros seis meses. Con la aparición de anticuerpos anti-VIH en sangre periférica desaparece la antigenemia, es decir, el propio virus deja de ser detectable en sangre, pero a diferencia de lo habitual la presencia de anticuerpos NO implica protección frente a la enfermedad. El paciente inicia entonces una fase asintomática.

Durante la fase intermedia, ( asintomática) se mantiene un recuento de células CD4 normal (>500/µl, generalmente entre 750 y 1000). Sin embargo, en los ganglios existe una importante proliferación viral y destrucción de los linfocitos CD4, resultando en un descenso paulatino de éstos, al ritmo de 40 a 80 por año. Hablamos entonces de portador asintomático: paciente «sano», pero que al estar presente el VIH en el interior de sus linfocitos circulantes y en sus secreciones sexuales, es capaz de contagiar la enfermedad. La duración de este período asintomático es variable, siendo la media desde el momento de la primoinfección hasta el desarrollo del SIDA propiamente dicho, de 10 años.

Debido al progresivo deterioro inmunológico, el paciente entra en una fase sintomática (SIDA clínico o fase final) en la que se suceden una serie de complicaciones que reflejan la existencia de una severa inmunodeficiencia -casi todos los pacientes tienen una cifra de CD4 inferior a 200/µl- y que finaliza siempre con la muerte. Los eventos oportunistas no se presentan de modo homogéneo, ya que dependen de factores como la vía de contagio, el área geográfica y el grado de compromiso inmunitario

La historia natural de la infección por el VIH está dominada por 4 fases:

1. El período inmediatamente posterior a la infección primaria, en el que se establecen las primeras reacciones de activación del sistema inmunitario, y en el que más de la mitad de los pacientes tienen síntomas, presentando el llamado Sindrome Retroviral Agudo (SRA)

2. El largo intervalo de silencio clínico, en el que no hay síntomas de la enfermedad pero en el que el virus continúa duplicándose en los ganglios linfáticos.

3. El período sintomático temprano dado por síntomas intermitentes e infecciones que no amenazan la vida.

4. La enfermedad avanzada donde hay destrucción rápidamente progresiva de la capacidad de respuesta inmunitaria caracterizada por la depleción de los linfocitos CD4, aumento de la viremia y aparición de infecciones oportunistas y neoplasias. Esta última etapa es la que se define como SIDA a través de diferentes criterios diagnósticos que se redefinen en forma continua.

5. El período inmediatamente posterior a la infección primaria, en el que se establecen las primeras reacciones de activación del sistema inmunitario, y en el que más de la mitad de los pacientes

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