Marketing Deportivo

“El marketing deportivo consiste en todas aquellas actividades diseñadas para

hacer frente a las necesidades y carencias de los consumidores deportivos participantes primarios, secundarios y terciarios y de los consumidores deportivos espectadores primarios, secundarios y terciarios a través de procesos de intercambio.

El marketing deportivo ha desarrollado dos importantes avances: el primero, la comercialización de productos y servicios deportivos a los consumidores del deporte y la segunda, la utilización del deporte como un vehículo promocional para los productos de consumo, industriales y los servicios”.

En esta definición, el marketing deportivo distingue cuatro grupos de consumidores con distintas necesidades e intereses:

● En primer lugar se encuentran los aficionados o consumidores directos que

apoyan a los equipos asistiendo a los partidos o siguiéndolos por televisión u

otros medios y que adquieren productos relacionados con la liga y los equipos

(equipaciones y merchandising relacionado).

En segundo lugar se encuentran las cadenas de televisión y otros medios de comunicación que adquieren los derechos de transmisión para poder emitir los

partidos y así poder incluirlos en sus cadenas como una opción en su programación.

● En tercer lugar se encuentran las comunidades locales, quienes construyen

estadios para acoger a los equipos locales y se benefician del éxito de los

mismos.

● En cuarto y último lugar se encuentran las empresas interesadas en los

deportes como medio de promoción de sus productos a través del patrocinio de

los equipos o contratos publicitarios con sus jugadores o que buscan adquirir

los equipos.

Estos cuatro grupos distintos de consumidores de productos deportivos se dan en el caso de la liga deportiva, que va cambiando según las necesidades de estos consumidores específicos.

Esto es debido a que los diferentes grupos que centran su atención en el producto deportivo lo hacen por motivos muy distintos. Como resultado, el marketing deportivo profesional se ha convertido en una operación compleja y muy lucrativa, que incluye una toma de decisiones a distintos niveles en una serie de mercados, con el fin de que las ligas y los equipos aumenten sus beneficios.

Quizás lo que diferencia más evidentemente al deporte como producto de los

demás, es la relación que tiene con sus consumidores. Mientras que hay un claro placer estético en la mera observación de un evento deportivo, la verdadera intensidad proviene de la identificación del individuo con una persona o un equipo en su lucha por la victoria.

Es este fenómeno el que ha ayudado a hacer del deporte un vehículo para la

promoción de los intereses empresariales, pues el

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