Medio Ambiente

Medio Ambiente

Dióxido de carbono (CO2)

Capítulo I

Nos adentramos en una temática globalida, muy alternada

en medios, en concursos, en tratados, en convenios etc., en un

agravante muy considerable, porque no se cumplen, no se

toman iniciativas tajantes que erradiquen un extraordinario

problema que pende cada vez más sobre nuestras cabezas, pero

inocente e ingenuamente, cómo estaremos tan teleguiados y

anestesiados, que en las mismas entrevistas realizadas, el

público entrevistado, está convencido mayoritariamente de que

la misma forma que con las máquinas y el exceso de industria

contaminante se ha generado ésta situación; de la misma

manera, dicen convencidos, que las máquinas serán las que

den solución adecuada a todo ello.

Bueno, ciertamente, lo que se viene pretendiendo, ya se

ha logrado; y es que, se ha conseguido que la persona no solo

no actúe por sí misma, aunque se le haga creer que sí lo hace,

sino que se la tiene mecanizada para que consuma por simple

hecho de consumir, sin tener en cuenta su necesidad. ¿Esto a

que situación nos ha llevado ya?; ¿se imaginan ciento de

millones de personas, con ese mismos comportamiento,

mecánico de consumir, sin importar lo que se derroche, pero,

ante todo, consumir-consumir?; ¿se imaginan que esos cientos

de millones, representando un escaso 20% de la población del

mundo, no les dé abastos a consumir lo que les produce el

resto de los otros miles de millones de ciudadanos, que se

engloban en el restante 80% de esa población mundial, como

productora? Es de locura, ya se, pero es lo que hay y es a lo 5

que hemos llegado; es decir, solo, en especial, el 20% de la

población mundial, es la masa de población que más incide en

consumos, contaminación, etc.; ¿se imaginan cuando el resto

del 80% de esa población mundial, acceda en iguales derechos

a idéntico consumo, contaminación, etc.?

Cunado nos hablan o hablamos del medio ambiente, lo

hacen y lo hacemos como si nos refiriéramos a unos segundos

o a unos terceros; es decir, lo interpretamos, como de algo,

incluso, ajeno a nosotros. Y eso no debe ser así, puesto que

medio ambiente, somos nosotros mismos, naturaleza,

atmósfera, tierra, vegetación, mares y océanos, aves y

animales, cetáceos…, todo, somos nosotros mismos, porque

todo lo que es vida en éste plano de la materia, está

interrelacionado, ya que todo está ocupado por su homólogo

de la energía; y la energía forma toda una red o cuerpo que

está interrelacionada entre sí mismas, formando un cuerpo

común. De lo que debemos deducir que lo que le afecta a una

sola molécula, influirá al conjunto de ese ‘cuerpo’ que es el

todo.

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