Microbiota pulmon

Cambios y alteraciones en la microbiota del cuerpo humano comienzan desde el momento en que nacemos y se sabe que cambios en la mucosa intestinal afectan la salud del ser humano. Es difícil comprobar si en los pulmones existe colonización bacteriana, sin embargo actualmente con estudios de PCR buscando rRNA 16s se ha visto que sí existe colonización en la mucosa pulmonar. En humanos sanos se ha descrito una diversa población bacteriana, que se cree que está ahí por mecanismos que van desde el arrastre de la cavidad oral y via aérea superior hasta traslocación hematógena.

El uso excesivo de antibióticos desde edades pedriáticas repercute enormemente sobre esta población bacteriana, que puede ir desde que no haya cambios en ella (resistencia), microbiota alterada que regrese a su compsición original (resiliencia), microbiota que sea funcionalmente similar (redundancia funcional) o microbiota alterada en función y composición.

Algunos estudios europeos sugieren que la exposición a cierto tipo de microbiota puede ser un factor protector contra el asma y atopia, lo que simpatiza con la hipótesis de la higiene. También se ha visto que (en adultos asintomáticos), una sobrepoblación bacteriana pulmonar se relaciona con incremento de las células inflamatorias y cantidades excesivas de óxido nítrico en la exhalación, lo que sugiere que hay un perfil inflamatorio en la zona.

Hay relación entre la microbiota intestinal y pulmonar, siendo así que la mucosa GI es un sitio predominante en cuanto a la colonización bacteriana se refiere y puede jugar un papel en el desarrollo de respuestas inmunológicas aún en mucosas distales a la GI. En ratones, la alteración de la microbiota intestinal se relaciona con respuestas anormales alérgicas en la vía aérea, ingestión de pro y prebióticos y productos bacterianos median la inflamación alérgica pulmonar. El hecho de que niños cuyos estómagos se encuentran colonizados por H. Pylori son 50% menos propensos a tener asma, respalda ésta relación así como el hecho de que niños con una microbiota GI poco diversa tienen mayor riesgo de tener rinitis alérgica y eosinofilia.

La microbiota se ve afectada desde el momento del nacimiento, siendo que los niños que nacen por cesárea no se impregnan de la microbiota presente en el canal vaginal de la madre.

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