Migraciones

Las Migraciones de las guerras napoleónicas fueron una característica fundamental dela Economía Internacional del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Debido a la industrialización Europa tuvo grandes trasformaciones; la modernización económica y mejoras en los sistemas de trasporte y comunicaciones que permitió que millones de trabajadores se trasladaran dentro y fuera de Europa.

En las décadas centrales del siglo XIX los países que alcanzaron tasas de emigración elevada fueron Gran Bretaña, Irlanda, Los estados alemanes y los países escandinavos; Europa mediterránea, con Italia de cabeza y la Europa de Este muestran sus tasas de emigración más elevadas y alcanzan sus máximos en los años anteriores a la primera guerra mundial.

Estados Unidos, Canadá, Argentina y Brasil fueron los principales países que acogieron a los emigrantes europeos durante la época de la emigración; durante la época de migraciones, los países de destino no solamente no pusieron trabas legales a la entrada de trabajadores extranjeros, sino que muchos de ellos llevaron acabó políticas activas de atracción de mano de obra.

A finales del siglo XIX, a pesar de la política de puertas abiertas que siguieron los principales piases receptores, los gobiernos comenzaron a intentar regular los flujos migratorios y su composición para adecuar la oferta de mano de obra a la demanda y manipular la composición de los flujos pata reducir posibles desequilibrios en determinados sectores y ocupaciones.

La Preocupación de la Emigración se relaciona con los efectos económicos; Norteamérica fue el caso mejor estudiado ya que fue el primer país receptor de emigrantes Europeos; los trabajadores afectados por la competencia emigrante fueron la mano de obra; el impacto económico de la inmigración es solo uno de los aspectos desde el que se puede analizar el efecto de los movimientos migratorios internacionales.

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