Nacionalidad

.- Aproximación a la Nacionalidad y a la Ciudadanía: Si se tiene nacionalidad, se pueden ejercer derechos de ciudadanía, ser nacional es ser ciudadano.

Con el nacimiento de Estados nacionales en Europa (siglos XVI y XVII), se impuso la necesidad de determinar quienes eran los nacionales de cada Estado, por ello se podía hablar de españoles, franceses e ingleses, entre otros. En esa época solo servía para identificar a los nacionales de un Estado, ya que no generaba ningún derecho político ni de ningún tipo, este hecho los convertía en súbditos.

En Europa, con el nacimiento de nuevos Estados se impuso el absolutismo (Poder absoluto que le correspondía a la monarquía –Rey-), que duró aproximadamente 300 años. Solo existían súbditos, que estaban unidos al Estado representado por el Rey, quien no estaba vinculado a la Ley, por cuanto estaban sujetos al Rey en forma total y absoluta.

Luego de la Revolución Francesa, esta relación es rota, ya que da paso al Estado Liberal de derecho, por lo que los nacionales súbditos, ahora son civiles, ciudadanos con derechos subjetivos frente al Estado. Entre estos derechos sobresalen los políticos, al ejercer la soberanía popular, como mejor expresión de poder y organización de un pueblo. Para ejercer la ciudadanía debían ser nacionales (sufragio restringido).

Entonces, la nacionalidad fue antes de la ciudadanía y esto significó una gran conquista de los individuos en el reconocimiento de derechos políticos subjetivos. Es lógico concluir que la nacionalidad fue previa (prius) a la ciudadanía (posterius) y desde el punto de vista causal la nacionalidad es la causa y la ciudadanía el efecto, por cuanto la sustancia principal de la ciudadanía es la nacionalidad (sin una no existe la otra).

En algunos ordenamientos jurídicos no se distingue entre ciudadanía y nacionalidad, por tanto la ciudadanía engloba a las dos.

2.- Clasificación de la Nacionalidad Adquirida, Derivada o por Naturalización.

Según la Constitución de 1961 y La Roche (1984), la nacionalidad se clasificaba en ordinaria y extraordinaria, partiendo del argumento de que la primera requería que el interesado presentara la solicitud con los recaudos exigidos para que el Estado mediante un acto le otorgara la nacionalidad.

La extraordinaria solamente necesitaba que la situación del interesado encuadrara en alguno de los supuestos de la norma constitucional desde el momento de manifestar su voluntad de ser venezolano, sin intervención de algún acto de Estado.

La nacionalidad adquirida, derivada o por naturalización, surge por los principios relacionados a que toda persona debe necesariamente tener aunque sea una nacionalidad, que se adquiere por nacimiento y que se tiene el derecho de cambiarla, ya que cuando se habla de la nacionalidad por nacimiento es

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