Notes on Nafta: The Masters of Mankind
Enviado por polochu • 3 de Abril de 2015 • Síntesis • 2.750 Palabras (11 Páginas) • 179 Visitas
NOAM CHOMSKY *
Notas sobre el Nafta: Los amos de la humanidad
Título original: Notes on Nafta: The Masters of Mankind
Autor: Noam Chomsky
Origen: The Nation, marzo de 1993
Traducido por Germán Leyens y revisado por Josué Pérez, agosto de 2000
GLOBALIZACION / TRANSNACIONALES / MEDIO AMBIENTE / MOVIMIENTOS
SOCIALES
A través de la historia, anotó Adam Smith, encontramos las obras de "la máxima
infame de los amos de la humanidad": "Todo para nosotros y nada para el resto de la
Gente." Tenía pocas ilusiones sobre las consecuencias. La mano invisible, escribió,
destruirá la posibilidad de una existencia humana decente "a menos que el gobierno
se esfuerce por impedir" este resultado, como debiera asegurarse en "toda sociedad
mejorada y civilizada." Destruirá la comunidad, el medio ambiente y los valores
humanos en general - e incluso a los amos mismos, motivo por el cual las clases
negociantes han apelado regularmente a la intervención estatal para protegerse de las
fuerzas del mercado.
Los amos de la humanidad en los días de Smith eran los "comerciantes y fabricantes,"
que eran los "arquitectos principales" de la política del estado, utilizando su poder para
ocasionar "terribles desgracias" a los vastos reinados que subyugaban y para dañar
también al pueblo de Inglaterra, aunque "se velaba de manera peculiar por" sus
propios intereses. En nuestros días los amos son, cada vez más, las corporaciones y
las instituciones financieras supranacionales que dominan la economía mundial,
incluyendo el comercio internacional - un término dudoso para un sistema en el que
algo como un 40 por ciento del comercio de los EE.UU. tiene lugar dentro de
compañías, centralmente gerenciadas por las mismas manos altamente visibles que
controlan la planificación, la producción y las inversiones.
El Banco Mundial informa que las medidas proteccionistas de los países
industrializados reducen los ingresos nacionales en el Sur por algo como el doble del
monto de la ayuda oficial a la región - ayuda que en si misma constituye
fundamentalmente una promoción a la exportación, en su mayor parte dirigida a los
sectores más ricos (menos necesitados, pero mejores consumidores). En la década
pasada la mayor parte de los países ricos han aumentado el proteccionismo, con los
Reaganitas encabezando a menudo la cruzada contra el liberalismo económico. Estas
prácticas, junto con los programas dictados por el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial, han ayudado a doblar desde 1960 la distancia entre los países ricos y
pobres. Las transferencias de recursos de los pobres a los ricos ascendieron a más de
400 billones de dólares desde 1982 a 1990, "el equivalente en dólares actuales a unos
seis Planes Marshall suministrados por el Sur al Norte," observa Susan George del
Instituto Transnacional en Amsterdam; anota asimismo que los bancos comerciales
fueron protegidos mediante la transferencia al sector público de sus créditos
irrecuperables. Como en el caso de los S&Ls y de la industria avanzada en general, "el
capitalismo de libre mercado" ha de ser libre de riesgo para los amos, tan plenamente
como sea posible.
La guerra de clases internacional se refleja en los Estados Unidos, donde los salarios
reales han caído al nivel de mediados de los años 60. El estancamiento de los
salarios, ampliado a los universitarios, se convirtió en un descenso pronunciado a
mediados de los 80, en parte como consecuencia de la caída en los "gastos de
defensa", nuestro eufemismo para la política industrial estatal que permite que la
"empresa privada" se alimente en el abrevadero público. A mediados de 1992 había
más de 17 millones de trabajadores desempleados o subempleados informan los
economistas del Instituto de Política Económica Lawrence Mishel y Jared Bernstein -
un aumento de 8 millones durante los años de Bush. Un 75 por ciento de esta cifra
estaba constituido por pérdidas permanentes de empleos. De la ganancia limitada en
riqueza total durante los 80, "el 70 por ciento correspondía al 1 por ciento superior de
los empleos remunerados mientras que el sector inferior de ingresos perdía en su
totalidad," según el economista del MIT Rudiger Dornbusch. Las estructuras de
ejercicio del poder han tendido a fusionarse alrededor del poder económico. El
proceso continúa. En el Financial Times de Londres, James Morgan describe el
"gobierno de facto del mundo" que está formándose en la "nueva edad imperial": el
FMI, el Banco Mundial, el Grupo de las 7 naciones industrializadas, el Acuerdo
General sobre Tarifas y Comercio (GATT) y otras instituciones diseñadas para servir
los intereses de las corporaciones, bancos y firmas de inversión transnacionales.
Otra característica valiosa de estas instituciones es su inmunidad a la influencia
pública. La hostilidad de las elites contra la democracia tiene raíces profundas,
comprensiblemente, pero ha habido una variedad de opiniones. En el extremo
"progresista," Walter Lippmann alegaba que "el público debe ser puesto en su lugar,"
de manera que los "hombres responsables" puedan gobernar sin la interferencia de
"extraños ignorantes e intrusos" cuya "función" debiera limitarse a ser "espectadores
interesados de la acción," seleccionando periódicamente en elecciones a miembros de
la clase dirigente, para luego retornar a sus ocupaciones privadas. Los reaccionarios
estatistas llamados "conservadores" adoptaban típicamente una línea más dura,
rechazando incluso el papel de espectador. De ahí la atracción para los Reaganitas de
las operaciones clandestinas, la censura y otras medidas para asegurarse de que un
estado poderoso e intervencionista no fuera molestado por la chusma. La "nueva edad
imperial" marca un cambio hacia el extremo reaccionario del espectro antidemocrático.
Hay que considerar dentro de este cuadro al Tratado de Libre Comercio
Norteamericano (NAFTA) y al GATT. Nótese en primer lugar que semejantes acuerdos
tienen sólo una relación limitada con el libre comercio. Un objetivo primario de
...