Objeciones a la teoría de la selección natural
Enviado por mapu00123789456 • 5 de Mayo de 2013 • Tutorial • 15.719 Palabras (63 Páginas) • 328 Visitas
Capítulo 7
Objeciones a la teoría de la selección natural
Consagrará este capítulo a la consideración de diversas objeciones que
se han presentado contra mis opiniones, pues algunas de las discusiones
precedentes pueden de este modo quedar más claras; pero sería inútil
discutir todas las objeciones, pues muchas han sido hechas por autores
que no se han tomado la molestia de comprender el asunto. Así, un distinguido
naturalista alemán ha afirmado que la parte más débil de mi teoría
es que considero todos los seres orgánicos como imperfectos: lo que
realmente he dicho yo es que todos no son tan perfectos como podían haberlo
sido en relación a sus condiciones de vida, y prueban que esto es
así las muchas formas indígenas de diferentes partes del mundo que han
cedido su lugar a invasores extranjeros. Además, los seres orgánicos, aun
en caso de que estuviesen en algún tiempo perfectamente adaptados a
sus condiciones de vida, tampoco pudieron haber continuado estándolo
cuando cambiaron éstas, a menos que ellos mismos cambiasen igualmente,
y nadie discutirá que las condiciones de vida de cada país, lo mismo
que el número y clases de sus habitantes, han experimentado muchos
cambios.
Un crítico ha sostenido recientemente, con cierto alarde de exactitud
matemática, que la longevidad es una gran ventaja para todas las especies;
de modo que el que crea en la selección natural «tiene que arreglar su
árbol genealógico» de manera que todos los descendientes tengan vida
más larga que sus antepasados. ¿No puede concebir nuestro critico que
una planta bienal o un animal inferior pudo extenderse a un clima frío,y
perecer allí cada invierno, y, sin embargo, debido a las ventajas conseguidas
por selección natural, pudo sobrevivir de año en año por medio de
sus semillas o huevos? Míster E. Ray Lankester, recientemente, ha discutido
este asunto, y llega a la conclusión -hasta donde la extrema complejidad
le permite juzgar- que la longevidad está comúnmente relacionada
con el tipo de cada especie en la escala de organización, así como también
con el desgaste de la reproducción y en la actividad general. Y estas
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condiciones probablemente han sido determinadas en gran medida por
la selección natural.
Se ha argüido que ninguno de los animales y plantas de Egipto, de los
que tenemos algún conocimiento, ha cambiado durante los últimos tres o
cuatro mil años, y que, de igual modo, probablemente no ha cambiado
ninguno en ninguna parte del mundo. Pero, como ha hecho observar
míster G. H. Lewes, este modo de demostración prueba demasiado, pues
las antiguas razas domésticas, representadas en los antiguos monumentos
egipcios o embalsamadas, son sumamente semejantes y hasta idénticas
a las que viven ahora, y, sin embargo, todos los naturalistas admiten
que estas razas se han producido por modificación de sus tipos primitivos.
Los numerosos animales que han permanecido sin variación desde
el principio del período glacial hubiesen constituido un caso incomparablemente
más señalado, pues estos animales han estado sometidos a
grandes cambios de climas y han emigrado a grandes distancias, mientras
que en Egipto, durante los últimos miles de años, las condiciones de
vida, hasta donde alcanza nuestro conocimiento, han permanecido absolutamente
uniformes. El hecho de que desde el período glacial se haya
producido poca o ninguna modificación, habría sido de alguna utilidad
contra los que creen en una ley innata y necesaria de desarrollo; pero no
tiene fuerza alguna contra la doctrina de la selección natural o de la supervivencia
de los más adecuados, que enseña que, cuando ocurre que
aparecen variaciones o diferencias individuales de naturaleza útil, éstas
se conservarán; pero esto se efectuará sólo en ciertas circunstancias
favorables.
El célebre paleontólogo Bronn, al final de su traducción alemana de esta
obra, pregunta cómo puede, según el principio de la selección natural,
vivir una variedad al lado de la especie madre. Si ambas se han adaptado
a costumbres o condiciones ligeramente diferentes, pueden ambas vivir
juntas; y si dejamos a un lado las especies poliformas, en las que la variación
parece ser de naturaleza peculiar, y todas las variaciones puramente
temporales, como tamaño, albinismo, etc., las variedades más permanentes
se encuentran por lo general -hasta donde yo he podido ver- habitando
estaciones distintas, como regiones elevadas y regiones bajas, distritos
secos y distritos húmedos. Es más: en el caso de animales que se trasladan
mucho de un lugar a otro y que se cruzan sin limitación, sus variaciones
parecen estar confinadas, por lo general, a regiones distintas.
Bronn insiste también en que las especies distintas no difieren nunca
entre sí por un solo carácter, sino en muchas partes, y pregunta cómo
ocurre siempre que muchas partes del organismo se tengan que haber
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modificado al mismo tiempo por variación y selección natural. Pero no
hay necesidad de suponer que todas las partes de un ser se han modificado
simultáneamente. Las modificaciones más llamativas, excelentemente
adaptadas a algún fin, pudieron ser adquiridas, como se indicó anteriormente,
por variaciones sucesivas, aunque fuesen ligeras, primero en una
parte y luego en otra; y corno han de transmitirse todas juntas, nos tienen
que parecer como si se hubiesen desarrollado simultáneamente. La
mejor respuesta, sin embargo, a la objeción precedente la proporcionan
las razas domésticas, que han sido modificadas principalmente por el poder
de selección del hombre para algún fin especial. Consideremos el caballo
de carreras y el de tiro, el galgo y el mastín. Toda su constitucióny
hasta sus características mentales se han modificado; pero, si pudiésemos
seguir todos los pasos de la historia de su transformación -y los últimos
pasos pueden ser seguidos-, no veríamos cambios grandes y simultáneos,
sino primero una parte y luego otra, ligeramente modificadas y perfeccionadas.
Aun cuando la selección ha sido aplicada por el hombre a
un carácter sólo -de lo que nuestras plantas cultivadas ofrecen los mejores
ejemplos-
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