Objetivo Muerto

¿Recuerdas cuál fue la última vez que viste un rio limpio y azul?, talvez nunca has visto uno, o simplemente fue hace tanto que ha perdido su significado para ti.

La Tierra tal y como se conoce un día fue una espléndida maravilla natural, un refugio de vida, en donde se podía alcanzar a ver el horizonte sin necesidad de viajar miles de kilómetros para verlo, la razón: las edificaciones humanas. Con 200.000 millones de años, el planeta ha encontrado un punto medio, el punto en medio de la vida y la muerte, el equilibrio, la armonía y la perfección.

Nuestro hogar, el único que tenemos, ha sufrido cambios sin una cuenta exacta, pero todos estos son absolutamente importantes, a través de los años cada uno ha sido una pieza clave para albergar la verdadera belleza existencial: la vida.

Desde la más minúscula célula que existió, hasta su mejor creación, un ser con capacidades inmedibles, increíbles y lastimosamente dañinas. Paso de ser el paraíso, al mismo infierno, un lugar que cada día se va convirtiendo en tinieblas. Con los avances tecnológicos, la industria y la sobrepoblación, el ser humano así cómo ha evolucionado, ha arruinado a lo único que le brinda lo necesario para subsistir, su hogar, con su total falta de conciencia y su desinterés total por el medio que lo rodea ha roto un equilibrio perfectamente balanceado, dando como resultado una bomba de tiempo a punto de estallar, en cuestión de años los recursos estarán agotados, la armonía inestable y la brecha rota. Animales y plantas, que talvez en el futuro sean una simple fotografía con una descripción en la parte inferior que cite “especie extinta”, un fósil que nos haga mantener en mente que no se puede volver a empezar y que todo se ha perdido.

Quizás el cambio aún no ha pronunciado gran diferencia en la cotidianidad, pero se está empezando a notar, las pruebas más consistentes: Las temperaturas demasiado altas o demasiado bajas, la pérdida de especies, los desastres naturales, el aumento de enfermedades, el calentamiento global y el efecto invernadero, son solo algunos de los muchos problemas a los que la Tierra, nuestro hogar, ha tenido que atenerse, por el simple hecho de que nuestra existencia tenga una sola misión: El Objetivo Muerto.

El planeta necesita de cada uno de nosotros, el simple hecho de no botar basura, ayuda, es el momento de convertirnos en el ave fénix del planeta, resurgir de las cenizas, demostrar nuestro interés por parar el objetivo muerto, llenarnos de valentía, coraje y razonamiento, darnos cuenta que nuestro hogar se encargara de volver al equilibrio, eliminando su peor amenaza, su peor demonio, El Ser Humano.

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