Ola K Ase

Este libro es una recopilación de notas realizadas por Florence Nightingale en las que se recogen sus vivencias y resultados obtenidos de las experiencias que se transcurrieron a lo largo de su vida en el ámbito de la enfermería.

Así, esta obra está basada en la propia experimentación de la autora, y por tanto es una obra en la cual se recogen pautas y recomendaciones a seguir para llegar a la práctica de unos buenos cuidados de enfermería.

Desde el punto de vista de Nightingale la enfermería es el uso apropiado del aire, la luz, el calor, la limpieza, la tranquilidad y la selección de la dieta y su administración, y con el menor gasto de energía por el paciente, y que no es un arte basado solo en la administración de medicamentos y la aplicación de cataplasmas.

Algo muy importante en una buena enfermera es la observación de los pacientes. “La lección práctica más importante que se puede dar a las enfermeras es enseñarles qué observar, cómo observar, qué síntomas indican mejoría, cuáles empeoramiento, cuáles tienen importancia, cuáles no, cuáles muestran evidencia de negligencia y qué clase de negligencia.” “Si el Seguro de Vida u otras sociedades semejantes, en lugar de hacer examinar a las personas por los médicos, hicieran examinar las casas, condiciones y formas de vida, se obtendrían unos resultados más certeros.”

Florence también asegura que en la atención al paciente se puede sacar provecho y aprender de la experiencia, y siempre hay que tener en la mente que el objetivo de la enfermería es el acto de utilizar el entorno del paciente para ayudarle en su recuperación. “Dada la vital importancia de una observación profunda, nunca debe perderse de vista el fin de la observación. No es para recoger información diversa sobre hechos curiosos, sino para salvar vidas y mejorar la salud y bienestar.”

La autora resume los principales factores que influyen sobre el estado de salud de las personas. Estos son los siguientes: El estado del aire que le rodea en la habitación, es decir, la ventilación y la calefacción; la salubridad o estado de las viviendas; la administración y cuidado de los pequeños detalles; el ruido innecesario; la variedad, el cambio; la alimentación y la clase de alimentos; la cama y ropas de la cama; la luz e iluminación de la habitación; la limpieza de la habitación y de las paredes; la limpieza personal; la charlatanería que da esperanzas y consejos; la observación del enfermo por parte de la enfermera, entre otros.

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