Osteología del cuy LA COLUMNA VERTEBRAL

Osteología del cuy

LA COLUMNA VERTEBRAL

Las dos primeras vértebras cervicales se llaman atlas y axis.

El atlas se une al cóndilo del occipital y le permite a la cabeza hacer movimientos laterales, y el axis, que le sigue permite la rotación de la cabeza.

Las vértebras poseen unas espinas que tiene la función de permitir la inserción de músculos cervicales. Las apófisis ventrales y dorsales tienen la función de introducción de los músculos, que van desde la cabeza hasta el tronco.

Las apófisis de las vértebras dorsales aumentan de tamaño, desde la primera hasta la última, debido a que tienen que fijar los músculos de tórax.

Desde la segundo vertebra dorsal hasta la cabeza se extiende el ligamento nucal que dará no solo movimiento a la cabeza, sino que también estará acompañado de los músculos cervicales formado el cogote.

Esas vertebras dorsales en su parte lateral se articulan a las costillas. Estas costillas se articulan directamente al esternón a través de un cartílago, menos el ultimo par que es flotante. Desde el ultimo par se insertan en los músculos abdominales.

Las costillas de una hembra son extremadamente redondos, por otro lado, las del macho son más alargadas.

Las vértebras lumbares son las más fueres junto con las sacras. Sus apófisis transversas son más pronunciadas que las dorsales. Son más anchas y más largas y allí toman enganches la parte superior de los músculos abdominales.

Luego continúan las vértebras sacras, que normalmente están fusionadas, pero aquí se encuentran separadas. En animales adultos se llegan a fusionar. Allí se articula el hueso coxal.

Vértebras cervicales

El cuy al igual que muchas otras especies consta de 7 vértebras cervicales, la primera (atlas), y la segunda (axis) son muy diferentes en comparación con el resto de vértebras cervicales.

De la III A LA V se puede observar las siguientes características:

El cuerpo es largo, comparado con el de las demás vertebras. La superficie ventral presenta una cesta ventral que se hace más prominente de delante hacia atrás y tuberculada y su extremidad posterior, separando dos áreas cóncavas. La superficie dorsal muestra un área plana central, estrecha en la parte media de las vértebras y anchas en cada extremidad.

A cada lado de esta zona existe un surco que brinda alojamiento a la vena espinal longitudinal. Esos surcos están en conexión, hacia la mitad de longitud, con otro transversal menos profundo, dotado de numerosos agujeros o foráminas a través de las que surgen venas procedentes de la sustancia esponjosa del cuerpo. La extremidad craneal o cabeza tiene una superficie articular oval dirigida craneal y ventralmente. La extremidad caudal es más larga y tiene una cavidad cotiloidea circular.

La vertebra VI es más gruesa y corta que la V. El arco es largo, especialmente por la parte caudal. Las apófisis articulares caudales son más cortas, gruesas y separadas. Cada una de ellas se hallan en conexión con la correspondiente craneal por medio de una fina arista. La apófisis Espinoza es menos rudimentaria. La apófisis trasversa posee tres ramas, la ventral que es gruesa, casi vertical y forma, con la del otro lado y el cuerpo, un ancho surco ventral, las otras ramas se corresponde con las de las vértebras típicas, pero son más cortas y gruesas.

La VII vértebra cervical se distingue fácilmente porque es más corta y ancha que las otras. El cuerpo esta aplanado dorsalmente y es ancho, en especial por la parte caudal, donde posee una fosita. El arco y sus inserciones sobre los pedículos es largo. Las apófisis auriculares craneales son más anchas y largas en las caudales.

Atlas La vértebra cervical  I  es llanamente atípica en cuanto forma y estructura, carece de cuerpo y apófisis espinosa. Tiene la forma de un fuerte anillo, del que surgen lateralmente dos laminas curvas, alas. El anillo forma un conducto vertebral amplio y consta de dos masas laterales constituidas por los arcos dorsal y ventral. Las masas laterales presentan dos cavidades articulares craneales. Las superficies auriculares caudales tienen una forma parecida a la de una silla de montar. Convergen hacia el arco ventral, pero se encuentran separadas dorsalmente y su forma no está en consonancia con la correspondiente superficie del axis. El arco dorsal posee un tubérculo dorsal medio y es cóncavo ventralmente. Esta perforado a cada lado y cerca de su borde craneal por el foramen vertebral lateral.

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