PEDAGOGIA Y/O CIENCIAS DE LA EDUCACION: UNA POLEMICA ABIERTA Y NECESARIA

L4.3

PEDAGOGIA Y/O CIENCIAS DE LA EDUCACION: UNA POLEMICA ABIERTA Y NECESARIA

JUAN CARLOS GENEYRO

        La polémica. La discusión sobre el status científico de la pedagogía, pese a su actualidad tiene una trayectoria y una considerable producción teorico-metodologica.  La problemática arranca explícitamente hacia fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Herbart es uno de los primeros que postula una ciencia pedagógica o ciencia de la educación. En su concepción, dicha ciencia debía apoyarse en la ética y la psicología, en la que la primera de estas aportaba los fines para desarrollar la moralidad del niño y la segunda el conocimiento de los caracteres evolutivos del pensamiento, necesaria para fundamentar la práctica docente educativa.

        En el siglo XIX el desarrollo de la propuesta positivista para la sociología como ciencia irradiará su impronta a otros campos disciplinarios, mismo que hoy se denominan ciencias sociales. Si las ciencias sociales van adquiriendo autonomía respecto a la tutela filosófica merced del paradigma positivista, las ciencias de la educación serán una consecuencia de dicho proceso.

        Es a mitades del siglo XIX que se plantea una formación cívica y laica, paralela a una educación científica más acorde con el ánimo de orden y progreso que desean imprimir en la dinámica social.

        Quienes han reivindicado una reconversión epistémica de la pedagogía, en oposición a la concepción escolástica, optaron generalmente por postular una ciencia de la educación, antes de hablar de ciencias de la educación. Y quienes han optado por reivindicar las ciencias de la educación, relegan generalmente a la pedagogía a un estatus impreciso: en el mejor de los casos homologable a una filosofía de la educción.

        Se entiende que la que la psicología de la educación, la sociología de  la educación, la economía de la educación, etc. Se constituyen como tales a partir de las respectivas ciencias que entrañan y del objeto de estudio al que concurren; esto es aspectos vinculados como los procesos de aprendizaje y desarrollo individual e interindividual, las relaciones entre procesos educativos y los procesos económicos, políticos y sociales en general, etc.

        Con la actitud filosófica de Dewey se hace necesaria una reflexión crítica de los supuestos y conceptos que prevalecen en las actividades teóricas prácticas de la pedagogía y las ciencias de la educación. Además sostiene que la ciencia de la educación no genera conocimientos científicos propios, sino que apela a los elaborados por otras ciencias, llámese estas ciencias sociales o de la educación. Este recurso no excluye que determinadas indagaciones o prácticas pedagógicas puedan derivarse conocimientos específicos y que algunos de ellos puedan contribuir al desarrollo teórico y metodológico de otras ciencias. El problema pasa más por las maneras en que se concibe y practica la ciencia pedagógica; maneras o formas que son igualmente pertinentes a cualquier otra ciencia.

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