POLITICA NACIONAL DE EDUCACION AMBIENTAL SINA
Enviado por NataliaVS • 6 de Marzo de 2013 • 829 Palabras (4 Páginas) • 719 Visitas
II. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACION
Tres grandes temas hacen parte de las preocupaciones del mundo actual: la Pobreza, la Violencia y
el Medio Ambiente, no sólo desde la reflexión de teóricos, humanistas, políticos, etc., sino también
desde las agendas internacionales, que los han posicionado como prioridades básicas. En este
sentido, las preguntas que hoy circulan entre los ciudadanos de país, no son distintas a las que en
estos momentos recorren el mundo y no tendría por qué ser de otra manera. No sólo se han
internacionalizado las economías, también con gran parte de los problemas socioculturales ha
ocurrido lo mismo: crisis ambiental, empobrecimiento de las poblaciones y crisis de valores, entre
otros, son asuntos de las agendas centrales de países pobres y ricos.
Todo parece indicar que la solución de los problemas, o al menos la posibilidad de contribuir en
buena medida a ella, debe partir de la necesidad de consolidar un nuevo ethos y una nueva cultura,
espacio en el cual la educación tendría que ser reconocida y valorada como un dispositivo clave.
Podría pensarse la Educación Ambiental como un discurso crítico de la cultura y de la educación
convencional.
Al referirse al nuevo ciudadano o al cambio cultural no se está hablando de una ruptura radical con
el pasado, sino de la necesidad de dar nueva vida, en el contexto de una cosmovisión secular, a
valores fundamentales para iniciar el camino de una reinvención colectiva de las formas de hacer la
gestión, de organizar la planeación, de ejecutar las diversas actividades del desarrollo del país y en
el plano más general, de relacionamiento entre los individuos y los colectivos de una comunidad y
su interacción con el sistema natural, en el cual desarrollan su vida.
El logro de esos objetivos está estrechamente relacionado con nuestra capacidad de movilización
colectiva, de asumir las responsabilidades de la ciudadanía, de participar en la búsqueda de
consensos para nuestras acciones y proyecciones y de desarrollar actitudes flexibles y una gran
disposición para aprender. Los procesos de participación necesarios deben ser entendidos como
procesos pedagógicos que permitan no sólo la comprensión de la democracia, sino que posibiliten
vivir en ella. La Constitución abrió caminos y sólo colectivamente podrán ser construidos desde: la
familia, la escuela, el trabajo, la calle, el barrio, el Estado; una invitación a reinventar el papel de
padres, maestros, alumnos, trabajadores, vecinos y funcionarios; una ética de la convivencia y de
la responsabilidad; una ética ciudadana que reconozca la pluralidad (nuestro carácter multiétnico) y
facilite la comunicación fértil y fluida. Se hace imprescindible que iniciemos el cambio hacia un
proyecto civilizador que, en palabras de
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