Paz Dialogo Y Tolerancia

En medio de las asperezas, de la discusión política nacional a la que parece que nos hemos venido acostumbrando en los últimos meses, es muy estimulante encontrar un remanso de paz, de armonía, de encuentro, entre quienes creyendo diferente, pensamos igual”.

“Pensamos que la persona es el centro de toda la actividad humana; pensamos que la persona está revestida de una dignidad única e irrepetible, que está dotada de una vocación social, que tiene una aspiración trascendente y que esta dignidad nos compromete a todos para procurar que el Estado, la economía, la cultura, la organización social y, por supuesto, la religión, estén al servicio de la persona, de toda la persona, de todas las personas”.

“Las creencias religiosas muestran lo que se es, lo que se actúa, lo que se cree, lo que se espera; esto en una sociedad plural, como la nuestra, en una sociedad democrática, tiene un especialísimo valor”.

“Las asociaciones religiosas que se desempeñan en México se han ocupado intensamente de la promoción de la dignidad de la persona y también de las garantías individuales, de los derechos naturales que derivan de la dignidad de la persona. Este es un servicio insuperable a la construcción, a la consolidación de la democracia mexicana”.

“La vigencia de la libertad religiosa es una evidencia de que vivimos en una sociedad en búsqueda del pleno desarrollo de la persona humana, individual y socialmente considerada. Es una muestra evidente de que ese respeto a la dignidad de la persona humana se expresa en el respeto a la libertad de conciencia”.

“La tolerancia es, sin duda, un instrumento de la paz. La tolerancia, como actitud de respeto, de aceptación, de consideración hacia las opiniones, la manera de ser de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias, y siempre y cuando no constituyan delito o falta penada por la ley, esta tolerancia se traduce, invariablemente, en diálogo”.

“El diálogo es la manera más humana que tenemos los seres humanos para expresar nuestra tolerancia, nuestra aceptación de los demás, de sus ideas, para juntos construir nuevas ideas que den solución a las naturales controversias, a los conflictos, a las diferencias de puntos de vista, que por razones de la pluralidad de esta sociedad forzosamente enfrentamos todos los días”.

“La tolerancia, como expresión a través del diálogo, es el fundamento de la paz. La paz que hoy México vive en lo general, pero que tiene rupturas que es necesario corregir, siempre a través del diálogo basado en la tolerancia. La defensa de nuestra libertad religiosa comienza por aceptar a los demás sólo y nada más que, pero sobre todo por ser personas”.

“La aceptación del otro por ser persona nos sitúa en un plano de igualdad, de identidad, cualquiera que sea su sexo, su creencia, su condición social, su condición migratoria. Y, de esa manera, es como

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