Perjuicios de la Respiración Bucal

Perjuicios de la Respiración Bucal

El hábito de respirar por la boca que algunas personas tienen ya sea niños o adultos, es una costumbre que con el tiempo puede originar serias consecuencias  en la salud. En el caso de los niños, el daño se extiende a otras áreas afectando su desarrollo integral.

La respiración bucal ha sido un tema ampliamente desarrollado durante los  últimos años por profesionales de diferentes áreas como otorrinos, odontólogos, terapistas de lenguaje  y fisioterapistas; ya que algunos de los perjuicios  son muy visibles como las asimetrías faciales, alteraciones en la postura y alteraciones en la mordida.  

Una vez comprobada la respiración bucal se debe eliminar o atenuar la causa  y trabajar con las consecuencias  de la problemática.

Entre las señales más comunes presentadas por las personas que respiran por la boca son: ojeras, semblante  triste, mirada perdida, salivación excesiva al hablar, halitosis, disminución del olfato y del gusto, dolores de oído, dolor de espalda, ronquido y baba nocturna, sueño agitado, somnolencia durante el día, boca seca al despertarse, dificultades en la alimentación,  alteraciones en  la articulación de los sonidos y menor rendimiento físico / escolar.   El rendimiento escolar  en el respirador bucal se ve afectado  no por déficit intelectual, sino porque el sueño al ser reparador, provoca la disminución de la atención y de la concentración diurna dificultando el aprendizaje.  La reducción en el rendimiento físico se da porque el respirador bucal tiene oxigenación menor, prefiriendo así actividades que no exijan grandes esfuerzos físicos.  [pic 1]

El diagnóstico de la respiración bucal no la hace el terapista de lenguaje, pero los padres y/o  la persona afectada probablemente consulten debido a  las consecuencias en la  articulación de los sonidos, la distorsión de  la voz, las dificultades en la alimentación o la posición atípica de la lengua en reposo.  

La respiración bucal se puede deber a  diversas causas como alergias respiratorias, alteraciones anatómicas en la nariz como el desvío del tabique o pólipos; en  el caso de la nasofaringe lo más común son las adenoides. En la orofaringe se puede encontrar la hipertrofia de las amígdalas; en la boca, el  tamaño y/o posición de la lengua y dientes  puede estar impidiendo el cierre total de los labios.

Lo fundamental es saber que las alteraciones anatómicas ocasionan el llevar una boca abierta o entreabierta, razón por la cual  se debe verificar con mucho detalle lo que acontece a la persona que respira por la boca o por la nariz y boca al mismo tiempo.

Una vez detectada la causa y en tratamiento interdisciplinario, el terapista de lenguaje trabaja con la persona en rehabilitar la respiración nasal, en  la ejecución de ejercicios y masajes que mejoren el tono y la propiocepción muscular de los órganos orofaciales.  En caso de un tratamiento ortodóncico, el médico  necesita una buena contención muscular externa, la cual produce los labios cerrados, con el tono muscular adecuado, para evitar las reincidencias.     Muchas personas / padres de  familia  e incluso los médicos tienen la idea equívoca  que los medicamentos o una cirugía van a hacer que el respirador bucal cierre la boca, readquiriendo el patrón de respiración nasal al eliminar los impedimentos anatómicos o fisiológicos

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