Persona Y Accion
Enviado por gux26tam26 • 1 de Octubre de 2013 • 509 Palabras (3 Páginas) • 457 Visitas
Es importante iniciar recordando que estamos compuestos. Compuestos de dos realidades las cuales son muy importantes, cuerpo y alma, somos un espíritu encarnado. Si bien retomamos lo que el antiguo filosofo nos dice, estamos compuestos de materia y forma, por lo cual estas dos realidades tienen su importancia. No podemos cuidar el cuerpo y dejar el alma abandonada, o cuidar el alma y dejar el cuerpo en el olvido, debe de haber una estabilidad concreta.
Una facultad del hombre que es muy importante es la Voluntad, ya que es la que decide tal o cual cosa, si por ejemplo a las 5 de la tarde hay un concierto de … y a las 5:15 inician las pláticas del grupo, quien decide es la voluntad y por ende la libertad aparece. De ahí que tenemos que cultivar una voluntad estable, no muy recta ni muy flexible, sino aquella en la cual mis decisiones no afecten a mi estado de ánimo.
Nosotros conocemos muy bien cómo cuidar el cuerpo, y día a día nos presentan miles de productos para embellecer nuestro cuerpo, cremas, modas, dietas etc. Sin embargo, hoy día quién verdaderamente se ha puesto a pensar cómo cuidar nuestra alma, es más el alma necesita cuidados?, cómo sé que existe?, quién habla del alma hoy en día?.
Pues bien es aquí donde todo toma su curso, donde la relación de cuerpo y alma nos interesa más. Ya tenemos noción de los cuidados que necesitan, ahora cómo vamos a realizarlos. Ya desde antes teníamos un conocimiento vago acerca de esto, pero posiblemente sentíamos tenerlo atado, no queremos develar lo que nos compromete.
Es aquí donde nos interesa alimentar el alma. Nosotros como católicos sabemos y estamos conscientes de que no podemos vivir así, necesitamos un motor que nos impulse a seguir con nuestra vida.
Vida espiritual es en concreto el cuidado del alma. Pero como ya lo había dicho antes, sin olvidar el cuerpo. Primero hombre y luego Santo.
Es muy importante tener en cuenta que la teoría sirve un poco, pero lo que da fortaleza es lo que cada quien va viviendo, lo que cada quien va entregando, el testimonio que demos de Dios, el testimonio de una vida santa.
Estrictamente somos eternos, porque el espíritu no muere, lo que deja este mundo es el cuerpo, la materia. Por tanto el espíritu es lo que da vida. El cuerpo sin alma es un cadáver. Por estar hechos a semejanza de Dios, somos sus hijos, por tal tenemos un espíritu divinizado. Somos templo del mismo Dios. Y el habita en nosotros.
Como esto es verdad, nos damos cuenta de la gran responsabilidad que tenemos, solo para cuidar el lugar donde habita Dios. Está bien cuidar el cuerpo, pero es muy feo y difícil comprender la ausencia de Dios. Es un riesgo muy difícil poder vivir sin Dios.
Elementos de formación espiritual
• Sentido y conciencia de lo sagrado
• Vida de oración
• Vida sacramental y litúrgica
• Contacto de la sagrada
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