Politicas Publicas
Enviado por jb9014 • 29 de Noviembre de 2011 • 5.743 Palabras (23 Páginas) • 656 Visitas
PONENCIA PRESENTADA AL XII CONGRESO INTERNACIONAL DEL CLAD
LA PROBLEMÁTICA DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA GESTIÓN DE LAS
POLÍTICAS PÚBLICAS EN COLOMBIA
Por: Esther Parra Ramírez
Profesora Asociada de carrera
Escuela Superior de Administración Pública
RESUMEN
PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA TEORÌA DE LAS POLÌTICAS PÙBLICAS.
En los años sesenta del siglo pasado en América Latina, la participación fue
concebida como el mecanismo a través del cual se contribuía al logro de una sociedad
más moderna, en la década siguiente ganó terreno no solo a nivel de los discursos sino
también de la instauración de espacios de intervención de la comunidad, la participación
apareció entonces como una de las vías para enfrentar la crisis, como una alternativa
para la construcción de consenso y como un medio para contener la discrecionalidad de
la burocracia (Cunill, 1991); hacia los años ochenta y a raíz de las “transiciones hacia la
democracia” se hizo énfasis en la institucionalización de mecanismos propios de la
participación política, finalmente desde los años noventa a hoy, la participación es
condición de la gobernabilidad.
La participación se puede entender como “el sentimiento de los ciudadanos de estar
involucrados en el juego político, de ser tomados en cuenta en el debate público, y no el
sentimiento de tener que esperar pasivamente las medidas favorables a su destino”
(Lefort, 1992), en palabras de Boaventura de Sousa Santos, “la participación es un
límite sin límites” (1991) que opera bajo dos condicionantes, la exclusión de la coerción
(participar es una decisión individual y no se puede imponer forzosamente), y el
sentimiento de pertenencia (que trasciende los actos individuales).
En sociedades donde coexisten actores con desiguales recursos de poder, la
participación puede situarse en un contexto de dominación social cuyas fuentes de
dominación se expresan en las perspectivas contractualistas que fundamentan al Estado
liberal bajo “diversas modalidades de consenso social, visto como esa dimensión de
cohesión de la sociedad, o en la autorepresentación de un poder dado por toda la
sociedad, ya sea por la generalidad abstracta de la ciudadanía o generalidades más
concretas como las de pueblo, proletariado, explotados, o más contemporáneamente la
denominada sociedad civil” (Vargas, 2000, p.18).
Desde esta perspectiva, la participación para los actores dominantes sería entendida
como una forma de precisar la legitimación, y los sectores subordinados quedarían
integrados a través de dos mecanismos, el mercado y el sistema político.
Vargas señala cómo desde los paradigmas más relevantes de las ciencias sociales,
la participación adquiere diversas connotaciones. Desde la perspectiva estructural
funcionalista parece verse como un ejercicio controlado y tutelado por el Estado en la
búsqueda de la modernización; a partir de la corriente del marxismo - estructuralismo, la
participación se va a asociar básicamente a control y derechos; desde la perspectiva
interaccionista, se la concibe como elemento central de los procesos de desarrollo y se le
estimula desde la dimensión política, social y económica; y desde la aproximación
accionalista, la participación es impulsada como negociación, como posibilidad para los
sectores subordinados de construir su propio proyecto de futuro desde iniciativas de
autogestión (2000, p. 31-34).
Existen diversos tipos de participación: social, comunitaria, ciudadana y política.
La participación social se refiere al proceso de agrupación de los individuos en diferentes
organizaciones de la sociedad civil para la defensa y representación de sus intereses, la
participación comunitaria tiene que ver con las acciones colectivas de los ciudadanos para
mejorar sus condiciones de vida, la participación ciudadana se define como la
intervención de los ciudadanos en la esfera pública en busca del bienestar general de la
población, y la participación política, es la intervención de los ciudadanos a través de
ciertos instrumentos (voto, referendo, plebiscito, consultas, cabildos, revocatoria del
mandato, entre otros) para influir en el diseño del sistema político, sus reglas de juego,
sus funcionarios y sus metas (Velásquez, 1995, p. 19).
Las acciones de intervención de los individuos pueden darse en varios niveles de
participación: información, consulta, iniciativa, fiscalización, concertación, decisión y
gestión, a medida que se avanza en cada uno de ellos, el proceso participativo se hace
más complejo y exige de los actores una serie de condiciones para hacer efectiva la
participación.
Los esfuerzos organizados de la ciudadanía para participar en decisiones públicas,
(Leyes o políticas) se hacen a través de diversos mecanismos. Estos pueden ser:
incidencia directa sobre legisladores o tomadores de decisión de agencia
gubernamentales (“lobby”); incidencia indirecta a través de campañas de movilización
social y formación de alianzas para la promoción de agendas específicas; participación en
consejos de planificación o concertación de políticas nacionales, departamentales o
municipales de carácter general o sectorial; influencia en las propuestas de candidatos o
de partidos políticos; desarrollo de casos judiciales para establecer jurisprudencia en torno
a derechos económicos, sociales y políticos de la ciudadanía; desarrollo y difusión de
investigaciones en temas sociales relevantes (Garay, 2001). Otra herramienta de gran
importancia para incidir en políticas públicas1 es el impacto de las innovaciones
alcanzadas en proyectos de pequeña escala probadas por organizaciones de la sociedad
civil al campo mayor de programas gubernamentales; a nivel del seguimiento de políticas
y programas, aquellas también han desarrollado diferentes estrategias de control social.
1 “Es la acción de la autoridades públicas en el seno de la sociedad y se transforma a su vez en un programa de acción
de una autoridad pública” (Meny y Thoenig); “La política pública no es igual a la ley o a la norma, como tienden a
considerarla Tampoco es exclusivamente la política económica, como tienden a considerarla los economistas... la
política pública
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