Positivismos

CONSTRUYENDO LOS CIMIENTOS EPISTEMOLOGICOS DEL TRABAJO SOCIAL EN CHILE.

El trabajo social ha sido una “disciplina”, que en sus inicios se funda bajo la caridad y la asistencialidad, dando paso a una acción más científica y sistémica, tal y como dice Teresa Matus en su libro: “Propuestas Contemporáneas en Trabajo Social”. En este ensayo se pretende dar una breve síntesis, critica, a los temas fundamentales del libro; La influencia del positivismo como base hacia la construcción de la disciplina o tecnología del Trabajo Social.

Al surgir la profesión en 1925, en Chile las escuelas obedecieron a un sistema de caridad y beneficiencia, solo 11 años más tardes, se fundan otras tres escuelas de Servicio Social, centradas en lo educativo e interrelacionadas con los contenidos de las Ciencias Sociales. Así rápidamente las escuelas comenzaron a tomar un camino más centrado en lo académico, teniendo su principal énfasis en el uso del método científico en el tratamiento de la problemática social, es aquí que en Chile comenzamos a dar un peso más desde lo epistemológico a nuestro quehacer y dejamos de lado un poco realizar nuestra praxis desde la buena fe y voluntad, desde lo que debería ser, para dar paso algo más desde la ciencia.

Este hecho importante funda una frase del texto que parece importante citar: “Al decir entonces, que Trabajo Social es una disciplina, se alude al proceder racional y metódico que debería ser compartido por todas las personas que se dediquen al ejercicio de la profesión”, o sea, el cuestionamiento de pasar de un estado del arte en donde hay escasa teoría a un estado en donde tratamos de dar respuesta, se funda en un ordenamiento de la metodología para ser unificada y trabajada por todos los profesionales de la misma manera.

Todo esto conlleva una cadena de sucesos que contribuyen a los cimientos epistemológicos del Trabajo social; tales como la definición, o más bien, el cuestionamiento de su objeto, de los fines que persigue y llegar a definirlo como una tecnología. Ahora el primer punto que el libro trata es acerca del impacto que el positivismo a provocado en nuestra profesión, este enfoque metodológico a dejado una gran huella en la historia del trabajo social: “El paradigma explicativo”, el cual busca proponer de manera racional, describir e interpretar la realidad tal y como ella se presenta en nuestro contexto, insistiendo en que la validez del resultado depende de la aplicación consecutiva y rigurosa de diversas etapas. Como estos contenidos fueron enseñados presentaron algunas fallas básicas: Una rigidez en la intervención, concepción de una ciencia objetiva y neutra, modelo estático; dejando de lado el replanteamiento de criterios de transformación, inexistencia de un proceso de retroalimentación.

Para continuar con el análisis citar Horkheimer, quien critica la teoría racional, diciendo que ella tiende a olvidar que

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