Probabilidad
Enviado por Brayan126 • 9 de Septiembre de 2013 • 1.580 Palabras (7 Páginas) • 261 Visitas
PIERRE SIMON DE LAPLACE
Ensayo filosófico
sobre las
probabilidades
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Descubra como se aplican las
probabilidades en los testimonios
judiciales,, en las elecciones, en las
asambleas, en las sentencias de los
tribunales
1
Indice
Presentación: la búsqueda de nuevas lógicas.
Introducción de Laplace
De la Probabilidad
Principios generales del cálculo de probabilidades
Primer principio
Segundo principio
Tercer principio
Cuarto principio
Quinto principio
Sexto principio
Séptimo principio
De la esperanza
Octavo principio
Noveno principio
Décimo principio
Aplicación del cálculo de probabilidades a las ciencias morales
De la probabilidad de los testimonios
De las elecciones y las decisiones de las asambleas
De la probabilidad de las sentencias de los tribunales
De los diversos medios para aproximarse a la certeza
2
Presentación: La búsqueda de nuevas lógicas
En el mismo año que Napoleón retorna a Francia, luego de perder
la Campaña en Rusia, Pierre Simón de Laplace (1749-1827), publica la
Teoría Analítica de las Probabilidades, esta obra tendría un éxito
inmediato. Seis años después, en la tercera edición de 1820, se le agrega
una capitulo llamado Ensayo Filosófico de las Probabilidades, cuyos
fragmentos más importantes publicamos ahora. Este ensayo introductorio
extendía el uso del calculo de las probabilidades a las ciencias morales:
el derecho y la política.
Para Laplace las sentencias judiciales podían fundarse en el calculo
de probabilidades. Esto no debe parecer muy razonable cuando hoy en
día, de modo uniforme, en las teorías de la argumentación jurídica o
razonamiento jurídico se enseña que las sentencias judiciales, en el
llamado “contexto de justificación” se rigen por los dictados de la lógica
deductiva, en la forma del silogismo .
Sin embargo, Laplace pertenece a la larga lista de filósofos
matemáticos que desarrollan herramientas deductivas para aumentar
nuestro conocimiento de la realidad y mejorar nuestras decisiones
prácticas. Estos consideran que la lógica tradicional, en particular el
silogismo, no es suficiente. Por ejemplo, en 1637, el propio Rene
Descartes, quien inicia el pensamiento moderno, en su famoso Discurso
del Método cuando examina las ciencias de su tiempo dice:
“en lo tocante a la lógica, sus silogismos y la mayor parte de las demás
instrucciones que da, más sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas o
incluso, como el arte de Lulio, para hablar sin juicio de las ignoradas, que para
aprenderlas. Y si bien contiene, en verdad, muchos, muy buenos y verdaderos
preceptos, hay, sin embargo, mezclados con ellos, tantos otros nocivos o
superfluos, que separarlos es casi tan difícil como sacar una Diana o una
Minerva de un bloque de mármol sin desbastar. “1
Durante el siglo XVII y XVIII la lógica era considerada inferior que la
Geometría (el método axiomático, para ser precisos) y se sabia que
ambos procedimientos no eran suficientes para tomar decisiones
prácticas. En todo caso la moda imperante aceptaba que para fundar un
razonamiento no se debía partir de premisas, tal como recomendaba la
lógica, sino de principios, axiomas verdaderos e incontestables, como
exigía la axiomática. Pascal, en un texto olvidado en las facultades de
derecho, titulado El Espíritu Geométrico, diría al respecto:
1 Discurso del Método, Parte Segunda.
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/23581733103477295015568/p0000001.htm#10
3
“El método de no errar es por todo el mundo buscado. Los lógicos hacen
profesión de conducir á él; sólo los geómetras llegan, y fuera de su
ciencia y de los que la imitan no hay verdaderas demostraciones”2
Lo que quiere decir es que si el razonamiento o argumentación no
partía de axiomas, las demostraciones no demostraban nada, eran
insuficientes y el test de la lógica contra el error no era fiable. Pero no por
eso endiosa al método axiomático, Pascal muestra que a) no se puede
demostrar todo y que b) en las cuestiones prácticas interesan más los
detalles, los cuales una excesiva generalización no puede percibir.
Obviamente la lógica tradicional no se escapa de ese defecto:
“Ce n' est pas barbara et baralipton qui forment le raisonnement. Il ne faut pas
guinder l' esprit ; les manières tendues et pénibles le remplissent d' une sotte
présomption par une élévation étrangère et par une enflure vaine et ridicule au
lieu d' une nourriture solide et vigoureuse.”
Pascal nos dice “No con barbara y baralipton3 se forma el
razonamiento. No hay que inflar el espíritu; las maneras rígidas y
penosas le llenan de una necia presunción, con un ensoberbecimiento
(élévation) extraño y una hinchazón vana y ridícula, en lugar de una
nutrición sólida y vigorosa”. La razón era sencilla: para actuar en la vida
cotidiana se debe decidir sobre múltiples cuestiones que requieren
adhesión de las partes, convencerlas a participar, para esto se requiere el
espíritu de la finesa, postulando un método que es mezcla de retórica con
lógica para resolver los asuntos prácticos. Inclusive Leibniz a pesar de
salvar a la Lógica de su total debacle también ensayaba otras formas de
calcular el valor de los argumentos a fin de resolver disputas y formulo
como reformó a lo largo de su vida un proyecto de Arte Combinatoria y
lenguaje universal4.
Existen muchas evidencias que muestran que durante el siglo XVII
y XVIII se buscaba una lógica de la justificación de las decisiones mejor
que la lógica silogística o lógica tradicional, se propusieron desde una
2 De l'esprit géométrique en
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