Prácticas chamánicas estudiadas y comparadas a lo largo y ancho de los cinco continentes.
Enviado por abrahamsohn • 13 de Enero de 2017 • Monografía • 7.442 Palabras (30 Páginas) • 210 Visitas
ÍNDICE
Introducción 2
Vocación Chamánica 3
Iniciación 4
Cosmovisión 5
La Montaña Cósmica 5
El Árbol del Mundo 6
Simbolismo, indumentaria y música 7
Obtención de los poderes 7
Prácticas esquimales, norteamericano y suramericano 8
Prácticas en el continente asiático y oceánico 8
Plantas Medicinales 10
Reflexión y comentarios 12
Bibliografía 14
Introducción
El estudio que ofrecemos a continuación es un acercamiento a las prácticas chamánicas estudiadas y comparadas a lo largo y ancho de los cinco continentes.
Presentamos un breve estudio acerca de estas mismas desde el chamanismo esquimal, norte y sur americano, el chamanismo indoeuropeo, el asiático central y septentrional, culminando en el sureste asiático China y el Tíbet.
Debido a la brevedad del ensayo, hemos recogido las prácticas y rituales chamánicos que hemos observado comunes entre diferentes comunidades y los hemos descrito con mayor detalle y precisión. A pesar de ser un estudio comparativo y descriptivo no queremos que el lector quede con cierta impresión superficial sobre el estudio presentado, pues precisamente hemos escogido las prácticas comunes de las diferentes zonas geográficas aisladas e incomunicadas entre sí hasta hace muy poco tiempo, para poner un interrogante sobre la mesa y reflexionar sobre la conexión intrínseca y el propósito último del chamanismo. El chamanismo no es una religión, religión entendida no como la unión con Dios, que en latín es este su significado original (religaré=unir)sino la religión entendida como un dogma sustentado por un sistema de creencias y rituales a los cuales atenerse. En ciertas ocasiones ha sido catalogado como una religión, pero justamente lo que distingue al chamanismo de las religiones monoteístas como puede ser la cristiana o la judía, es que estas últimas separan al individuo de la experiencia mística y hacen de ella algo inalcanzable en el aquí y ahora, haciendo de esta, un acto de mera devoción. El chamanismo en cambio, parte única y exclusivamente de la experiencia individual y gracias a ella los que lo practican son conocedores, se abstienen a cualquier creencia y tienen como finalidad el autoconocimiento y la auto sanación.
Las palabras mago, brujo, medicine-men y chaman han sido utilizadas en muchas ocasiones como sinónimos debido a la falta de conocimiento que en esta cultura tenemos de ellas, por eso nos gustaría hacer un pequeño inciso para concretarlas.
“Porque desde luego, el chamán es él también, un mago y un hombre médico: se cree que puede curar, como todos los médicos y efectuar milagros fakíricos, como todos los magos, sean primitivos o modernos. Pero es además psicopompo, puede ser también sacerdote místico y poeta. En la masa gris y “confusionista” de la vida mágico religiosa de las sociedades arcaicas considerada en su conjunto chamanismo ofrece ya una estructura propia y descubre una historia que conviene precisar”[1]
A pesar de observar prácticas chamánicas en todo el mundo, estas prácticas son por excelencia un fenómeno siberiano y central-asiático aunque debemos puntualizar que estas regiones han tenido un contacto directo con prácticas hindús. La palabra shaman proviene del ruso tungús y haciendo mención a Eliade puede decirse que: “Chamanismo es la técnica del éxtasis.”[2]
Este fenómeno coexiste con otras formas de magia y religión, pero lo que hemos podido observar es que la técnica del éxtasis inducida por el chaman es la técnica sagrada por excelencia y es exclusiva del chaman que la practica, podríamos decir pues, que es el gran maestro de lo sagrado.
El chamanismo se nutre de la mitología, el arte ritual, el simbolismo y cualquier herramienta que pueda ayudar a su propósito, todo esto no es una invención propiamente suya sino que el chaman se nutre de todo lo que la cultura le pueda brindar y hace de ello una experiencia. La técnica extática incluye en todos los casos estudiados, el vuelo mágico, el acceso a fuerzas celestiales e infernales (no entendidas las celestiales como buenas y las infernales como malignas, sino entendidas como fuerzas complementarias) y el libre ascenso-descenso entre ambas, poderes adquiridos, el uso del fuego y los guías y espíritus cuidadores.
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