Que Es La Historia Ahora?

Después de cuarenta años de la publicación del libro ¿Qué es la historia? de E.H.Carr, una serie de historiadores, que consideraban que esta obra era uno de los pilares fundamentales de la historiografía del siglo XX, se reunieron en unas conferencias en el año 2001 para conmemorar la publicación de dicha obra. De esas conferencias surgió el libro sobre el que va a versar este trabajo, podemos decir que este libro es una actualización o una revisión del que Carr escribió en los años 60, de ahí su título ¿Qué es la historia ahora?. El libro es un camino que va pasando por las diferentes “especialidades” de la historia y en lo que significan ahora.

La pregunta que nos podemos hacer cuarenta años después de la publicación del libro de Carr es ¿cómo ha evolucionado la historia desde entonces o cómo percibimos ahora la visión que él tenía de ella? Pudimos observar como Carr pasaba por diferentes campos y como trabajaba acerca de diferentes temas, y de toda esa información llegamos a la conclusión de que para Carr la historia era un diálogo constante y continúo entre el pasado y el presente para de alguna manera poder mejorar el futuro. Esta idea que él desarrolló la retoma Richard J. Evans en el prólogo del libro que nos ocupa, Evans retoma esta idea poniendo énfasis en que el historiador como tarea central tenía la de interpretar los modelos y los hechos del pasado y que esta tarea tenía un objetivo, una finalidad, un propósito, “Para Carr, el objetivo de tal proyecto era ayudar a la sociedad humana a comprender el presente y moldear el futuro. El pasado sólo interesaba en la medida en que contribuía a esa tarea.” Y en relación con esta idea está el hecho de que el libro de Carr despertó la expectación y la inquietud de la generación del baby-boom que vio en la historia una esperanza para luchar y avanzar hacia un futuro mejor. Pero las ideas de Carr como cualquier otra corriente de pensamiento pasaron por una crisis en la época de los 80 cuando el comunismo sufrió su colapso, “Estos hechos destruyeron no sólo las grandes teorías y teleologías que Carr había incitado a los historiadores a adoptar, sino también cualquier idea mediante la que pudiera considerarse que la historia tenía una única dirección y un único propósito”. En este aspecto considero que la historia no tiene porque tener una única dirección y un único propósito puesto que no es algo que tenga un final determinado y concreto si no que puede aportar cosas a muchas materias y a muchos aspectos de la vida diferentes. Esta crisis de las grandes teorías conllevó un cambio en la escritura de la historia, pues los historiadores volvieron a escribir sobre las gentes de a pie y se olvidaron un poco de los grandes personajes, resurgió la historia desde abajo.

Otra idea que hay que destacar es la introducción de las nuevas tecnologías en el estudio y en la escritura de la historia, sobre todo desde el comienzo del siglo XXI. En primer lugar internet ha permitido el acceso masivo de la gente a la información, aunque a veces no sea la información correcta, es un avance que en los años de Carr no existía. Por otra parte están los medios de comunicación tales como la radio, la televisión o el cine, en el que de un tiempo hasta ahora se recurre cada vez más al pasado para crear películas o series de televisión. En España esto se está convirtiendo en una costumbre con series como Hispania, 14 de abril: La República, en Inglaterra lo mismo con The Tudors y en el cine encontramos superproducciones como El reino de los cielos, El discurso del rey, Pearl Harbor o Braveheart. Como indicaba Evans “El auge actual de la historia en los medios de comunicación

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