Regulación de la ingesta de sal (cloruro de sodio) como instancia terapéutica de la Hipertensión Arterial (HTA)
Enviado por noest Trivi • 27 de Marzo de 2020 • Tesina • 3.605 Palabras (15 Páginas) • 142 Visitas
UNIVERSIDAD DEL NORTE SANTO TOMÁS DE AQUINO FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD[pic 1] LICENCIATURA EN NUTRICIÓN |
Regulación de la ingesta de sal (cloruro de sodio) como instancia terapéutica de la Hipertensión Arterial (HTA) |
Resultados de la implementación de planes dietarios en consultorios nutricionistas de San Miguel de Tucumán |
Autor: María Noé Triviño |
Director:
Asesor Metodológico:
2009
1. INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial (HTA) representa un estado del monitoreo de la presión arterial en el cual se observa una elevación de sus cifras sistólica y diastólica según son ≥140/90 mm Hg, respectivamente (Chobanian, 2003).
En la aparición de la hipertensión propiamente dicha, la disfunción endotelial que favorece de manera notable la vasoconstricción y cambios estructurales en las arterias de resistencia (engrosamiento de su pared y reducción de su luz), representan factores etiológicos de gran trascendencia hacia la elevación de la presión arterial. Asimismo, el sobrepeso, la obesidad y las alteraciones en el metabolismo hidrocarbonato no lipídico son variables aceleradoras del proceso.
Son muchas las complicaciones asociadas a la hipertensión arterial, algunas de ellas: insuficiencia cardíaca y/o renal, daño renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares. Según la agencia federal AHRQ (Agency for Healthcare Research and Quality) (2008), en Estados Unidos, la prehipertensión, como factor de riesgo de aquellas complicaciones, es responsable del 9,1% de los fallecimientos, del 6,5% de la admisión en asilos de ancianos, y del 3,4% de los ingresos hospitalarios de personas con edades entre 25 y 74 años. Según la OMS (2008), la hipertensión arterial es una enfermedad que afecta a más del 10% de la población adulta alrededor de todo el mundo.
Actualmente se hallan numerosos antecedentes de investigación que relacionan el excesivo consumo de sal (cloruro de sodio) en personas predispuestas y la presencia de hipertensión, asimismo respecto de la prevención y el tratamiento de la hipertensión, sobre todo desde una perspectiva no farmacológica (Gascón Ramón, 2007; Guía Española de Hipertensión Arterial 2005, 2005; Karppanen, 2006; Lombera Romero, 2000; Piskors, 2008).
En este sentido, actualmente pueden identificarse muy elevados riesgos de padecer HTA principalmente en función a inadecuados hábitos alimentarios, resultados sobre todo con una excesiva ingesta diaria de sal en las comidas. Esta problemática, sumado al hecho de la actual preocupación de los nutriólogos sobre cómo abordarla, me ha motivado a la realización de este estudio, orientado a evaluar los efectos de los tratamientos nutricionistas en tanto la reducción de los riesgos de padecer HTA, a partir de la regulación del consumo de sal. Sin embargo, como se observará, se prefirió delimitar de manera específica el campo de estudio, abarcando individuos que poseen HTA primaria, son no obesos, no diabéticos, no fumadores y poseen adecuados niveles de colesterol. De esta manera se pretende analizar sólo el efecto del consumo de sal sobre la incidencia de la HTA.
Habiendo descrito las razones de la conveniencia de la investigación, se considera posee una gran relevancia social ya que los potenciales beneficiarios de este estudio abarcan tanto los individuos en general como los médicos nutriólogos, en tanto una adecuada intervención respecto del consumo diario de sal. En este sentido, las implicancias prácticas del estudio se relacionan principalmente con el uso potencial de los hallazgos, en tanto el diseño e implementación de planes nutricionales basados en la regulación de la ingesta de sal.
No obstante, el estudio se presenta como útil también en relación al establecimiento de parámetros explicativos de la HTA primaria y posibles asociaciones con otras medidas terapéuticas y/o de prevención de la HTA en general.
2. ESTADO ACTUAL DEL CONOCIMIENTO
Como se mencionara anteriormente, se reconoce la existencia de una extensa disponibilidad de antecedentes sobre el tema, aunque por lo general relacionados sólo con el consumo de sal y la incidencia de la HTA, abordando varios factores de riesgo a la vez. En este sentido, nuestro estudio parte de un recorte muy específico de la realidad en tanto se pretende analizar el efecto de la reducción del consumo de sal sobre la incidencia de HTA en pacientes que sólo se presentan con HTA primaria, descartando así otros factores de riesgo y comorbilidades.
Por ello, en función a los antecedentes que a continuación se caracterizarán, la única acepción teórica relevante que se considerará de manera a priori, refiere a las relaciones entre el consumo de sal (cloruro de sodio) y una elevación en la incidencia y prevalencia de la HTA.
Así, Gascón Ramón (2007), parte del reconocimiento que el cloruro de sodio es indispensable para la vida y para el control de la hipertensión arterial, pero que su consumo posee un ineludible componente cultural, asociado sobre todo a los tiempos modernos. En este sentido, reconoce la existencia de una relación entre el consumo de sal, la prevalencia e incidencia con la edad de HTA, hecho evidente al considerar la emigración de individuos a sociedades occidentales, donde los hábitos gastronómicos se caracterizan por una ingesta excesiva de cloruro de sodio, así pasando de ser normotensos a hipertensos. Finalmente, hace referencia a lo indudable de ser beneficiosa una reducción del consumo de sal en individuos hipertensos, para así disminuir los riesgos asociados, mismo estableciendo diversas sugerencias para llevar a cabo esta empresa de carácter personal y cotidiana.
Relacionado con ello, Piskors (2008), en un artículo de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, establece los lineamientos etiológicos que relacionan el consumo de sal y la presencia de HTA, asimismo considerando los fundamentos de una dieta hiposódica en pacientes hipertensos, los requerimientos diarios de sodio y sus fuentes alimentarias, y las dietas hiposódicas.
Por su lado, Karppanen y Mervaala (2006), en un artículo científico de la revista Progress in Cardiovascular Diseases, parten del reconocimiento que el aumento del consumo de sodio y calorías y el menor consumo de potasio, calcio y magnesio pueden explicar la elevada prevalencia de hipertensión. Considerando que la HTA es una de las principales causas de muerte en los países desarrollados, estos autores establecen los niveles fisiológicos del consumo de sodio para luego afirmar los siguientes hallazgos: el consumo actual de sodio excede 5 veces los niveles fisiológicos; la HTA es la respuesta fisiopatológica esperada al consumo excesivo de sodio; la reducción del consumo de sal disminuye la presión arterial; la composición desfavorable de las comidas procesadas aumenta el efecto hipertensivo de la sal.
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