Resumen neuro

L-Carnitina y Exendin-4 mejoran los resultados después de una lesión moderada de trauma craneoencefálico.

El trauma craneoencefálico leve representa del 70 al 90% de los TCE tratados en el hospital; la OMS pronostica que para el año 2020 el TCE será la tercera causa de muerte y discapacidad de todas las edades, lo cual afecta de manera indirecta a la comunidad.

Durante el trauma craneoencefálico la fuerza mecánica ejercida provoca cambios dentro del cerebro que pueden provocar un daño permanente asociado a muerte celular, que suele resultar en déficits neurológicos de tipo sensorial-motor y cognitivo. A esto se le suma que no hay ningún tratamiento probado para el TCE moderado, excepto por los anticonvulsivos, lo cual nos lleva a una necesidad de buscar agentes que prevengan la muerte neuronal y agilicen la reparación del tejido.

En numerosas investigaciones se ha encontrado una alta relación del daño neuronal inducido por isquemia producida por el aumento del estrés oxidativo y una mala función mitocondrial. Esto porque el cerebro trabaja en condiciones estrictas y un cambio en la concentración de las especies reactivas de oxigeno (ROS por sus siglas en ingles) que aumentan la oxidación celular, lo que conlleva a una degradación de estructuras celulares y por consiguiente deterioro de la función celular y muerte.

Para evitar que el estrés oxidativo aumente, las células cuentan con un mecanismo de defensa antioxidante (endógeno: superoxido dismutasa de manganeso); al momento que se produce un trauma (TCE) estos mecanismos se ven menguados debido a una respuesta inflamatoria por parte de la microglía y macrófagos (células pro-inflamatorias) que contienen Nicotinamida adenina dinucleotido fosfato (NADPH) la cual empeora el estrés oxidativo.

Los experimentos fueron realizados en ratas; a las que se les realizo una contusión unilateral cortical mediante caída de peso. Se presentó un respuesta inflamatoria, así como marcadores de estrés oxidativo y funciones mitocondriales anormales.

El objetivo principal fue mejorar las funciones mitocondriales en una intervención temprana para evitar el daño al tejido y la perdida funcional del mismo. La empleacion de la L-Carnitina y la Exendina-4 fue propuesta ya que ambos atraviesan la barrera hematoencefálica así como presentar un efecto neuroprotector (por sus efectos antioxidantes).

La mitad de los sujetos de prueba fueron atendidos con L-Carnitina y Exendina-4; los cuales recibieron una lesión cerebral moderada con una pequeña lesión focal (las contusiones fueron confirmadas visualmente), se recolectaron muestras de la mitad de las ratas a las 24 horas y la otra mitad 6 semanas después: a partir de estas muestras se les realizaron pruebas histológicas, Western-Blott y rT-PCR.

Dando como resultado la presencia de ROS a las 24 horas después de la lesión, lo que se tradujo en una disfunción motora expresada en los pasos de las ratas (principalmente la pata izquierda) el cual cedía una semana después. La ansiedad se midió mediante el uso de laberintos, lo que denotaba que tuvieran las patas cerradas como un signo de ansiedad; sin embargo no hubieron resultados de interés ya que todas las ratas mostraban signos de ansiedad iguales a las 6 semanas (se cree que por la exposición constante a la prueba del laberinto).En las pruebas de reconocimiento de objetos las ratas con TCE mostraron un mayor tiempo de reconocimiento comparadas con el grupo control y las tratadas con L-Carnitina.

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