SATCOL: UN PROYECTO DIFÍCIL DE ORBITAR

SATCOL: UN PROYECTO DIFÍCIL DE ORBITAR

Mucho se ha hablado en los últimos meses a cerca del proyecto encabezado por el ministerio de comunicaciones para posicionar un satélite en la órbita geoestacionaria a unos 36.000 Km de la tierra; conocido con el nombre de SATCOL, este proyecto ha sido el objetivo de fuertes críticas por parte de varios sectores conocedores del tema, entre ellos ACIEM , los cuales argumentan que no se ha realizado un buen análisis y se dejaron de considerar aspectos importantes en los estudios previos a la publicación de los pliegos de condiciones, los cuales podrían afectar seriamente el éxito o fracaso del proyecto .

Pues bien, para comenzar a argumentar el porqué si o porque no es viable tener nuestro propio satélite criollo considero importante salpicar este texto con un poco de historia. Por increíble que parezca, Colombia está tratando de plantar un satélite en órbita desde hace mas de 20 años; tiempo en el cual, durante el gobierno de Julio Cesar Turbay, se adelantaron procesos hasta el punto de firmar contrato para lanzar un satélite con el propósito de integrarse a los nuevos servicios de telecomunicaciones y ejercer soberanía en dicho espacio orbital. Desafortunadamente cuando Belisario Betancur tomo posesión de la presidencia decidió cancelar dicho contrato por causas que aún se desconocen ; desde entonces Colombia ha intentado enviar el satélite por medio de pactos con otros países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), sin embargo ninguno de estos tuvo éxito y el satélite terminaba siendo declarado un proyecto necesario al que se le debe invertir más esfuerzo .

Como vemos, nuestro país posee una considerable trayectoria en cuanto a proyectos de lanzamiento de satélites se refiere, pero bueno, dejando de lado el tema histórico veamos porque es conveniente para Colombia tener su propio satélite de comunicaciones. Actualmente el ministerio de comunicaciones desarrolla un programa llamado “Compartel”, cuyo objetivo es favorecer a todas aquellas personas de escasos recursos que viven en zonas de difícil acceso para que puedan beneficiarse con las tecnologías de la información y las comunicaciones, además de brindar servicios de telefonía e internet banda ancha a escuelas, hospitales, comisarias y demás estaciones a las que no es posible llegar por medio de cables de fibra o vía microonda . En la actualidad el programa provee servicios a aproximadamente 22.000 instituciones públicas, y se espera que para el 2019 este número crezca a 50.000 (Tabla 1).

Ahora bien, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Por qué un satélite propio y no seguir desarrollando el proyecto como en la actualidad, alquilando capacidad con operadores satelitales?; la respuesta a esta cuestión nos la da el ingeniero Joaquín Restrepo Mejía , quien argumenta que los satélites que están actualmente en órbita y que tienen la posición orbital adecuada para radiar sobre Colombia están totalmente copados y en poco tiempo no podrán suplir mas las capacidades necesarias para el programa Compartel. Además, argumenta Joaquín, el costo MHz-mes ha experimentado una fuerte tendencia alcista (de US$ 1.600 en 2003 a US$ 3.500 en 2008), lo cual se traduce en una gran inversión si se tienen en cuenta los avances del programa (Figura 1).

Figura 1. Proyección de oferta y demanda de capacidad satelital. Fuente: Ministerio de Comunicaciones.

Con el proyecto Satcol el ministerio pretende suplir las necesidades de conexión del programa y otras empresas del sector (v.g., operadores de internet) lo que permitiría un ahorro estimado de US$ 120 millones en alquiler de capacidad. Pero infortunadamente no todo es tan sencillo como lo hace ver la ex ministra de comunicaciones María del Rosario Guerra en una entrevista realizada por “La W” y a continuación voy a mencionar algunos de los aspectos más importantes que fueron pasados de largo en el desarrollo del proyecto y que lo hacen inviable.

Ahora bien, un tema en el que se tiene poca claridad son los recién mencionados ahorros que se generaran con el satélite propio, ya que se presenta un modelo económico difuso. En el documento CONPES 3579 solo se enuncia que el proyecto tendrá un valor de 195 millones de dólares, mientras que los costos por arriendo de capacidad suben hasta 260 millones de dólares , está bien, si hay un ahorro considerable, pero no se tiene en cuenta que al ser propio el satélite se corren riesgos de avería y fallas de operación, las cuales correrían por cuenta del estado y modificaría considerablemente la apreciación de costos que se muestra en el documento CONPES.

Siguiendo con el tema económico, otro aspecto que llama la atención es que la totalidad del proyecto (534.863 millones de pesos) será financiado con dineros del fondo de tecnologías de la información y las comunicaciones , lo que implicaría

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