Seguridad del consumo de mercurio en pescados enlatados y peces de cultivo en grupos de riesgo
Enviado por Carolina López Saavedra • 12 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 4.684 Palabras (19 Páginas) • 305 Visitas
[pic 1]
Facultad de Medicina
Escuela de Nutrición y Dietética
Seminario de Alimentos
Seguridad del consumo de mercurio en pescados enlatados y peces en cultivo en grupos de riesgo.
Integrantes: Josefina Jorquera Esposito
Estefanía López Freire
Carolina López Saavedra
PEC: Rodrigo Valenzuela
Coordinador: Andrés Bustamante
Fecha de entrega: 28/11/2016
Seguridad del consumo de mercurio en pescados enlatados y peces en cultivo en grupos de riesgo
Josefina Jorquera E. (1) Estefanía López F. (1) Carolina López S. (1)
- Escuela de nutrición. Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Santiago, Chile.
Resumen
El pescado es una buena fuente de nutrientes especialmente de omega 3 y DHA, este tipo de nutrientes se ha asociado a múltiples beneficios entre ellos el soporte al desarrollo neurológico asociado al consumo de DHA durante el embarazo (2), el problema es que en algunos de los pescados más consumidos, se ha encontrado gran cantidad de mercurio, el cual puede ser tóxico en ciertas concentraciones, afectando de manera particular a determinados grupos de riesgo, como lo son embarazadas y lactantes, por este motivo y por desinformación, personas de este grupo prefieren no consumir pescado. En el presente informe se revisaron las recomendaciones chilenas e internacionales en cuanto al consumo de pescado en estos grupos y se comparó con el contenido de mercurio que tienen los pescados chilenos con el objetivo de tener una postura y dar una visión objetiva sobre las recomendaciones a las mujeres embarazadas y niños chilenos sobre los reales riesgos y beneficios del consumo de pescado. A partir de la evidencia encontrada, se logró determinar que los grupos de riesgos podrían consumir sin problema las recomendaciones de ingesta de pescado para obtener los beneficios de sus componentes y cubrir la ingesta recomendada de DHA, sin que se sobrepasen los límites máximos de ingesta de mercurio.
Introducción
En los tiempos actuales, se ha generado gran incertidumbre por parte de los consumidores por temas controversiales sobre el consumo de cierto tipo de alimentos debido a información presente en distintas plataformas o medios de comunicación. Esto se debe a que la población tiene mayor acceso a información que carece de evidencia científica, por lo que al momento de tomar decisiones se vuelve un tema de real importancia. Uno de estas controversias es la seguridad del consumo de mercurio en pescados enlatados y peces en grupos de riesgo.
Cómo panorama actual, según la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) (1) la porción de consumo de pescado en los últimos 30 años fue algo mayor en los adultos de 30-64 años y menor en adolescentes. Por otra parte, el cumplimiento de las recomendaciones de las guías alimentarias respecto al consumo de 2 veces por semana de pescado, la población sólo posee un 17% de cumplimento, lo cual, entre muchos factores, puede deberse al desconocimiento de riesgos y/o beneficios del consumo de este alimento y posible temor por las cantidades de mercurio presente en los diferentes tipos de pescados, por lo que mujeres embarazadas y la población en general puedan poner en duda el consumo y preferir suplementos nutricionales que son más fáciles de adquirir (2).
Según las directrices del consumo de mercurio en el pescado, la Organización mundial de la Salud (3) considera al mercurio (Hg) entre las 10 sustancias químicas de importancia en temas de salud pública. El Mercurio se presenta naturalmente en el medio ambiente y también puede ser liberado en el aire a través de la contaminación industrial. Por diferentes vías precipita del aire y se acumula en arroyos y océanos, en donde se convierte en Metilmercurio (MeHg) (4). El MeHg es una neurotoxina especialmente perjudicial para el cerebro del feto en desarrollo, y la introducción al ser humano se establece mayoritariamente por consumo de productos pesqueros (incluidos peces de agua dulce, variedades marinas, crustáceos y mamíferos marinos) (5). La biotransformación de Hg a MeHg orgánico se genera a nivel acuático, en donde bacterias presentes en el agua, liberan MeHg como mecanismo de defensa ante este metal. Esta metilación bacteriana convierte al mercurio en liposoluble, lo que lo hace capaz de penetrar barreras biológicas con facilidad, ingresando a la cadena alimentaria, y finalmente llegando a la población. (6).
La principal vía de entrada de MeHg al organismo es a través de vía digestiva con una absorción cerca de un 0.1% (7). Al ingresar, el MeHg se une a la hemoglobina y es oxidada a Hg2+ por acción de la catalasa en los eritrocitos o en los tejidos. Este compuesto permanece en estos tejidos durante un corto periodo de tiempo, pero lo suficientemente para atravesar la barrera hematoencefálica y placentaria. La vía de eliminación principal de este compuesto son la orina y las heces. (8) (9)
Según la evidencia científica, se han definido que los principales grupos de riesgo sobre el consumo de pescados con altas dosis de MeHg son mujeres embarazadas, ya que la exposición intrauterina a MeHg por consumo materno de pescados o mariscos, puede dañar el cerebro y sistema nervioso en pleno crecimiento del bebé, generando alteraciones neurológicas, como falta de memoria, disminución en la capacidad de concentración, problemas de lenguaje y deficiencia en alcanzar aptitudes motoras y espacio-visuales finas adecuadas según su edad. Otros grupos de riesgo de interés son las mujeres en edad reproductiva, nodrizas y niños pequeños, dado que lactantes y niños pueden presentar efectos negativos en el neurodesarrollo (9) (10). Otros efectos descritos por la literatura en todas las edades son daño gastrointestinal, cutáneo, pulmonar, ocular y renal (3).
...