Seguridad y eficacia de las plantas medicinales. Máregenes terapéuticos y plantas tóxicas

3. Seguridad y eficacia de las plantas medicinales. Márgenes terapéuticos y plantas tóxicas.

Desde que la raza humana apareció en la tierra ha utilizando gran diversidad de plantas medicinales para aliviar y curar numerosas dolencias. Incluso antes de que los humanos aparecieran, gran número de especies de animales las han utilizado. Poco a poco hemos avanzado en cuanto a conocimientos sobre éstas plantas y en la actualidad empezamos a plantearnos ciertas cuestiones que nunca nos habíamos planteado.

Una de las cuestiones más recurrentes y de mayor importancia es: ¿Hasta qué punto son seguras y eficaces las plantas medicinales?

En cuanto a la seguridad, los que apoyan el uso de plantas medicinales, se basan en el largo uso tradicional que ha tenido este tipo de plantas y a su relativa inocuidad, ya que han existido pocos casos de toxicidad graves en relación a la cantidad de plantas que se han utilizado a lo largo de tanto tiempo.

 Además hablan del concepto de margen terapéutico, que es la dosis de cierta sustancia (como la droga de las plantas) comprendidas entre el mínimo eficaz (mínima cantidad que hay que tomar para que haga efecto) y el nivel máximo admisible (máxima cantidad que se puede tomar de dicha sustancia antes de que empiece a ser nociva). Según los que apoyan el consumo de plantas medicinales, el margen terapéutico en éstas es muy amplio.

Tanto el uso tradicional como e margen terapéutico hablan a favor de el consumo de plantas medicinales, aún así hay que tener en cuenta que no todas ellas están exentas de efectos secundarios, cierta toxicidad, peligro por interacciones con medicamentos de síntesis… Es muy importante la informarse bien y consultar a especialistas.

En cuanto a la eficacia, para medirla, existen diversos parámetros: El primero es el conocimiento de los principios activos que constituyen la droga vegetal. No todas las drogas tienen la misma potencia ni eficacia.

Por otro lado también son muy importantes los ensayos farmacológicos experimentales, ensayos sobre toxicología, y la experiencia clínica, pero uno de los grandes problemas de esto es la financiación.

Como lo era para la seguridad, para conocer su eficacia también es muy importante el uso tradicional, ya que cuantos más datos tengamos, más conoceremos dichas sustancias.

En definitiva el uso de plantas medicinales siempre ha sido muy importante para mejorar la calidad de vida de las personas y, en mi opinión seguirá o debería seguir siéndolo. Es verdad que gracias a las nuevas tecnologías y a la gran cantidad de información que tenemos en la actualidad los medicamentos de síntesis pueden ser la mejor opción, pero su abuso no es bueno, y para enfermedades leves o aliviar síntomas, las plantas medicinales son siempre una buena opción.

¿Por qué son tóxicas las siguientes plantas que figuran en ésta lista?

“Taxus Bacatta L.”

También conocida como Tejo Común o Tejo Negro. Originaria de Europa Central y Occidental. Gimnosperma de la familia de las “Taxáceas”.

El Tejo es una conífera que puede alcanzar los 10-20m de altura. Sus principales características son un tronco que puede alcanzar los 4 m de diámetro, unas hojas con forma de lanza, y de un tono verde oscuro de entre 1 y 4 cm de largo. Toda la planta es venenosa salvo el “arilo” que recubre el fruto. Es un árbol longevo, de lento crecimiento.

Todas las partes del árbol salvo el arilo contienen una sustancia tóxica denominada taxina (mezcla de alcaloides que tiene un efecto cardiotóxico que produce parálisis en el corazón en dosis elevadas).

Síntomas: Si se toma el fruto en principio no ocurre nada ya que el tegumento externo de la semilla no se altera por su paso a través del tubo digestivo a no ser que se mastique la semilla. En cuanto a la intoxicación, el afectado puede sufrir náuseas, vómitos y sufrir dolores intestinales. Poco después se puede encontrar somnoliento, letárgico, comatoso. Disminuye la presión sanguínea y se debilita el pulso. Finalmente se producen profundas alteraciones en el electrocardiograma (arritmias ventriculares) y se produce una parada respiratoria.

Tratamiento propuesto: En caso de ingestión del fruto, provocar el vómito o emprender una acción depuradora. Si se produce arritmia se puede utilizar una sonda de arrastre electro-sistólico o un dispositivo de estimulación externa. Se puede recurrir a la desfibrilación eléctrica.

Una de las causa de intoxicación más frecuente es en niños pequeños, atraídos por el color del fruto y su sabor dulce. Por otro lado desde la antigüedad  existen ingestiones voluntarias de sus hojas con fines suicidas.

“Aconitum sp”

Más conocido como acónito. Género de planta Fanerógama de la familia “Ranunculaceae”. Su parte más utilizada es la raíz, aunque a veces se utilizan sus hojas. Nativa de las zonas montañosas del hemisferio norte.

Se caracteriza por ser una planta herbácea perenne. Tiene hojas de un color verde oscuro con estípulas (estructura laminar a cada lado de la base foliar, asimétricas), son palmeadas lobuladas con 5 a 7 segmentos. Se disponen en espiral o alternadas. Tiene un tallo alto y recto, coronado por racimos de largas flores púrpuras, blancas... Numerosos estambre y tienen entre 2 y 10 pétalos.

Planta tóxica ya que contiene de un 0,5 a un 1,5% de alcaloides terpénicos, mayoritariamente el principio activo aconitina, que le confiere a la planta propiedades analgésicas, al actuar modificando las terminaciones nerviosas. Es antipirético, antitusivo y descongestionante, pero tiene un margen terapéurico muy reducido (dosis aconsejada 0,25 mg). Se desaconseja su uso por vía interna ya que la administración oral de 2-4 mg de raíz, 5 ml de tintura o 3 mg de aconitina puede ser mortal para el ser humano.

Síntomas: En un primer momento, estado de excitación general, con pérdida de sensibilidad, hormigueo y picores en labios, lengua y garganta. Más tarde alteraciones gastrointestinales, diarreas, vómitos… En una segunda fase se produce hipotermia, parálisis de los músculos respiratorios y bloqueo de los centros nerviosos cardiorrespiratorios. Asfixia y muerte en pocas horas.

Tratamiento propuesto: Si la intoxicación es reciente lavado de estómago y administración de carbono activo. Si hay deshidratación y desorden electrólitico se corrige con los aportes necesarios. No existe un antídoto específico, se pueden aplicar anti-arrítmicos junto con lidocaína.

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