Sesion 2 Educacion Ambiental
Enviado por • 8 de Abril de 2014 • 407 Palabras (2 Páginas) • 263 Visitas
Inaugurar el territorio de la pedagogía ambiental donde se confundan teoría y práctica, como
ejercicio político liberador, se conjuga con la deconstrucción de la racionalidad dominante que
subordina los valores, las prácticas socioculturales y la propia educación a la ley implacable del
mercado. En la carpa impetuosa de los conflictos ambientales se imbricarán las relaciones
creativas de la pedagogía y la política, en esa sombra la Formación Ambiental construirá los
vínculos asociativos de la institución educativa con los movimientos sociales ambientalistas. Si
narramos la historia de la colonización del conocimiento podremos entonces, sólo entonces,
navegar por las aguas turbulentas de la descolonización del conocimiento y la ambientalización
de la formación y la concientización en claves de ética ambiental, para reimaginar la política
como un proceso emancipatorio en clave de sustentabilidad, como si fuera una placenta
protectora que acondicione el desafío de vivir, según la poética de Rimbaud, “la verdadera vida”.
Imaginar la Educación Ambiental con aires emacipatorios de Latinoamérica, implica recuperar la
posesión del lugar, y arar los suelos fértiles donde se enraizarán los sueños y sé reelaborarán las
identidades múltiples, será el anclaje que fortalecerá la perspectiva histórica para agrietar la
meseta árida de la globalización unidimensional y metafísica. El concepto de territorio y lugar,
desde el diálogo de saberes, implicará la reapropiación de la naturaleza, en su impronta material
y su textura simbólica, grafiadas desde todos los horizontes culturales. El viaje por una nueva
geografía y otra concepción del tiempo, se bifurca por itinerarios desconocidos, aunque
territorializados en las andaduras de las luchas históricas de la región, inconcebibles e
inexplicables desde malla conceptual de la ciencia clásica. Nuestro andar por las búsquedas
interculturales de la complejidad ambiental tendrá el talante de la territorialidad artiguista y de
la relación hombre naturaleza rubricada por la mirada martiana, el imaginario bolivariano y las
metáforas de los pueblos originarios y las culturas populares.
El viaje por la geografía latinoamericana tiene la impronta del diálogo de saberes. Es como
sumergirnos en Aracataca para que puedan sorprendernos los paisajes diversos e infinitos de una
región “sorprendente por su clima, la vegetación, el color, la luz, los olores, los sonidos” y
particularmente por los sueños irredentos acunados en todos estos siglos. Avanzar por esos
bordes implica renegar de la globalización metafísica que, no sólo desconoce lo local y mutila las
diferencias, cuando hunde sus garras seductoras en los suelos
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