Sobre el método científico

Sobre el método científico.

Los pensadores filosóficos se han dedicado muchas horas a pensar y a describir la ciencia; se han interesado en todo: en los postulados de la estructura científica general, en la existencia, naturaleza y justificación lógica de los métodos utilizados por los investigadores científicos para hacer sus contribuciones, en la estructura y función de las hipótesis, en los distintos tipos y y utilidades de los experimentos, en las relaciones entre la filosofía y la ciencia, la ética y la ciencia. Poseídos de un fervor mesiánico, los filósofos se han puesto a trabajar y el producto de su labor es la filosofía de la ciencia; frente a esta catarata de información teórica los investigadores científicos pueden reaccionar de dos maneras: puede sentirse apabullado y ajeno al rollo o pueden interesarse en buscar en esta maraña filosófica algo que coincida con su experiencia científica práctica y personal.

El método científico es un problema al que todos los científicos se enfrentan más temprano que tarde, problema porque muchos filósofos lo caracterizan de manera muy diferente, y no falta quien considera nocivo que exista. En un curso dictado por el doctor Arturo Rosenblueth sobre el método científico, dice primero que no hay un método científico y después procede a describirlo, en vista de que el método científico aplicad a cualquier problema, garantice su solución, realmente no existe, pero los investigadores trabajan de acuerdo con ciertas reglas generales que han demostrado ser útiles. La descripción de estas reglas es el método científico. La forma más sencilla de conocer las reglas es observar a los investigadores cuando trabajan en la generación de nuevos conocimientos científicos. La regla ha sido que los filósofos construyan distintas estructuras teóricas sobre lo que es o debería ser el método científico. Sólo un puñado de investigadores científicos ha contribuido a la filosofía de la ciencia dejando por escrito la descripción de las reglas ¿cuáles son estas reglas?

1. El objetivo de la investigación científica es la realidad externa, ajena al sujeto que la observa.
2. La realidad externa es regular, sigue el principio de la causalidad dentro de una estructura rigurosamente determinista.
3. Tal realidad sólo puede convertirse en experiencia, cuando se filtra a través de los sentidos del sujeto que la observa.
4. De todo lo que el hombre percibe es aquello que posee sentido, que tiene un significado dentro de sus esquemas previos, que no hace violencia a su visión general o específica de la realidad.
5. La incorporación de un hecho nuevo puede (o no9 cambiar la estructura teórica que lo explica, puede servir para modificar o hasta eliminar la estructura teórica que lo subtiende.
6. En el trabajo diario del investigador científico surgen hechos u observaciones inesperadas (conocidos como “serendipia”), que a veces cambian radicalmente el interés y el campo de estudio del hombre de ciencia.

¿Cuál es, pues el método científico? El que acepta la existencia de una realidad externa sujeta a la causalidad determinista de investigadores conscientes a la contribución de sus personas y de la serendipia de lo que creemos conocer de ella.

...