TECNOLÓGICO DE MONTERREY DEPARTAMENTO DE LENGUAS MODERNAS.
Enviado por Cecilia Enriquez • 17 de Octubre de 2016 • Apuntes • 1.151 Palabras (5 Páginas) • 278 Visitas
TECNOLÓGICO DE MONTERREY DEPARTAMENTO DE LENGUAS MODERNAS
SEGUNDO PERIODO Expresión verbal en el ámbito profesional
NOMBRE: Cecilia Rosalía Enríquez Chávez | MATRÍCULA: A00816802 |
Fragmentación del sistema de salud pública mexicana, ¿realidad o mito?
Hablar sobre el sistema de salud mexicano es complejo puesto que deben tomarse en cuenta varios aspectos. Entre ellos, la cobertura y la calidad de servicio disponible. Si bien México tiene un sistema calificado como eficiente a nivel mundial, las diferencias entre países y nuestro servicio de salud resultan evidentes por lo que tiene mucho que mejorar y de lo cual hablar.
Se expone el tema de salud pública porque es un tema del cual se pueden extraer varios puntos para tratar de mejorarlo. Hablar de salud pública es hablar de la garantía de uno de los derechos humanos fundamentales que es el acceso a salud de manera gratuita para que así no atentemos contra la dignidad humana.
Se habla sobre la situación en la que el sistema de salud mexicano, más que ser ineficiente está fragmentado. No se trata solo de decir que es muy malo si no hablar de las razones por las que es así. Por ello se habla de la cobertura que este tiene, la calidad y el desvío de recursos para la implementación de programas y creación de centros de salud.
Cuando hablamos de cobertura sabemos que no es la misma para todos los estados y aunque algunos tengan un buen servicio de salud y que sea accesible para la población, en muchos lugares esto no es posible. Dando como resultado una diferenciación geográfica en términos de calidad. Un indicador que es utilizado para demostrar la calidad de servicio y de cobertura es la tasa de mortalidad en los hospitales. Se obtienen datos duros sobre este aspecto y son: “En Guerrero, por ejemplo, la tasa de mortalidad en menores de 5 años es de 25.3 por 1000 menores de 5 años, mientras que en Nuevo León es de sólo 13.1.8 La razón de mortalidad materna en Oaxaca (100.2 muertes maternas por 100 000 nacimientos) es cuatro veces mayor que la registrada en Tlaxcala (27.2).8 Finalmente, la tasa de mortalidad por desnutrición en menores de 5 años es 24 veces mayor en Oaxaca (19.6 por 100 000 niños menores de 5 años) que en Nuevo León (0.8)” (Dantés et al, 2011). Resulta evidente que en ciertos estados de la República el servicio de salud es mejor que en otros. Ejemplo de ello es Nuevo León, que posee hospitales de tercer nivel (de especialidades médicas) de manera gratuita, mientras que en estados como en Oaxaca o Guerrero, antes mencionados, resulta difícil atender en hospitales de primer nivel de atención; situación que no debería ser así si hablamos de que se destinan recursos a todas las entidades para que puedan proveer servicios de calidad.
Así pasamos a hablar sobre la calidad del servicio que se ofrece en el sector salud, misma que depende de recursos tanto materiales como de recursos humanos. Cuando se debate sobre este punto hay que tener claro lo que se destina en cada materia, tanto recursos materiales como humanos. Un indicador proporcionado por la OCDE demuestra que “el sector público cuenta con 79 643 camas (2007). Esto arroja una razón de 0.75 camas por 1000 habitantes, inferior a la recomendada por la OMS, que es una cama por 1000 habitantes.” Inclusive, aunque se trate de responder a las demandas de atención esto resulta ineficiente puesto que no existen los recursos para hacerlo, lo que lleva a la otra cara de la moneda, los recursos humanos. En primer lugar, así como en los recursos materiales, el sistema de salud se está quedando corto. Prueba de ello es que “la tasa de médicos por 1000 habitantes a nivel nacional es de 1.85, inferior al promedio de los países miembros de la OCDE, que es de 3.0, y al de Argentina (3.0) y Uruguay (3.7)” (Dantés et al, 2011) por lo que no se da abasto. Podemos llegar a la conclusión de que existen en teoría dos razones por las que el servicio resulta de mala calidad; primero, no hay materiales ni recursos humanos suficientes y en segundo, los que existen al ser insuficientes hace evidente la frustración del personal hospitalario para atender la demanda pues no es posible atender a todas las personas que lo requieren si no se cuenta con los recursos necesarios, incluso, aunque quisieran hacerlo. Esto detona en una mala calidad de atención por parte del personal que no encuentra otra manera de expresar el descontento, aunque esto signifique dañar al beneficiario.
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