TIPOS DE MORDIDAS ANATOMIA DENTAL
Enviado por MADELEYGALLEGOS • 14 de Mayo de 2015 • 1.918 Palabras (8 Páginas) • 534 Visitas
INTRODUCCION:
La mordida constructiva o mordida de trabajo, es el registro de la relación oclusal sobre un rollo de cera, que se realiza directamente en la boca del paciente y cuyo objetivo es mejorar las relaciones intermaxilares en los 3 planos del espacio. Aunque hay algunos autores que no la emplean para construir sus aparatos funcionales, consideramos que es indispensable para la confección de estos. Existen controversias en cuanto a la magnitud de la mordida, tanto en sentido sagital como vertical. En este trabajo se plantean las consideraciones diagnósticas a tener en cuenta previas al registro de mordida, así como las principales variantes de este, según las técnicas funcionales más utilizadas.
Palabras clave: mordida constructiva, registro de mordida, mordida de trabajo, ortopedia funcional de los maxilares, aparatos funcionales.
Incorrecta posición mandibular en el momento de la toma de mordida
Los aparatos ortopédicos funcionales, de modo general, actúan primordialmente modificando la postura mandibular, para lograr estímulos funcionales que favorezcan el crecimiento de algunas zonas que lo están necesitando y para inhibirlo en otras que han crecido desfavorablemente. 1
Según Proffit , 2 un aparato funcional es aquel que modifica la postura mandibular manteniéndola adelantada o abierta y adelantada; las presiones generadas por el estiramiento de los músculos y tejidos blandos se transmiten a las estructuras dentales y esqueléticas, movilizando los dientes y modificando el crecimiento.
Para que un aparato funcional cumpla sus objetivos, se hace necesaria la toma de la mordida constructiva o mordida de trabajo, previa a la confección de este. Esta maniobra consiste en la reproducción de las relaciones oclusales en una nueva posición, que se realiza sobre un rollo de cera directamente en la boca del paciente (fig. 1), lo que resulta fundamental para el éxito del tratamiento. Muchos de los fracasos con estos aparatos se deben a una incorrecta posición mandibular en el momento del registro de mordida.
Fig. 1. Registro de mordida.
Los objetivos que se persiguen con la mordida constructiva son: en sentido anteroposterior, colocar a la mandíbula en una posición más favorable que generalmente es de avance; en los pacientes con clase III funcional, hay que lograr la posición más retruída posible; en sentido vertical, restablecer el sobrepase funcional, por lo tanto, hay que abrir la mordida en casos de sobrepase aumentado y cerrarla en los casos de adaquia; y en sentido transversal, restablecer las líneas medias siempre que sea una desviación funcional y no dental.
Previo a la toma de mordida hay que realizar la preparación diagnóstica, la planificación del tratamiento, la preparación del rollo y la preparación del paciente.
Preparación diagnóstica
Incluye el análisis de los modelos, el análisis funcional y el análisis cefalométrico.
Los modelos de estudio brindan información de gran utilidad; en ellos podemos analizar el grado de apiñamiento, la discrepancia hueso diente, la simetría de las arcadas y su relación en los 3 planos del espacio.3,4 En sentido antero-posterior observaremos la relación de molares y caninos y la magnitud del resalte anterior, que no siempre se debe a la mala relación entre las bases esqueletales, por lo tanto hay que analizar la vestibuloversión presente. Debemos examinar la curva de Spee para favorecer su corrección. En sentido transversal, hay que analizar las líneas medias; las desviaciones dentales no pueden corregirse con aparatos funcionales. Si el resalte posterior disminuye cuando se avanza la mandíbula, y se observa borde a borde o cruzada, hay que seleccionar un aparato funcional de 2 piezas o colocar previamente una placa activa superior, como la placa activa de Buño.
En el análisis funcional debemos analizar la posición de reposo y la trayectoria de cierre, y observar posibles interferencias como cúspides de caninos muy puntiagudas, molares temporales sobre erupcionados o laterales superiores lingualizados. Las cúspides puntiagudas deben ser talladas previamente y los molares temporales sobre erupcionados deben ser extraídos. No podemos olvidar en este análisis la articulación temporomandibular y cualquier anomalía que pueda presentar el paciente antes del tratamiento funcional y que debemos corregir con el mismo. El análisis funcional incluye además las vías aéreas, el tamaño y la posición lingual en reposo y en deglución, y la fonación. Si un paciente presenta obstrucción nasal y esta no se elimina, previo al tratamiento, no podrá usar un aparato que dificulte la respiración bucal. Si un paciente presenta trastornos en la fonación, no podremos colocar un aparato que incremente dicha anomalía.
El análisis cefalométrico es de incalculable valor, nos aporta datos como la posición de los maxilares entre sí y con las estructuras craneales, el tipo facial, la dirección de crecimiento, la posición de los dientes y la discrepancia cefalométrica.
Preparación del rollo (fig.2)
• Ablandar en la llama una hoja de parafina.
• Hacer un rollo de 1 cm de espesor, aproximadamente, esto dependerá de la anomalía a tratar y la técnica que se vaya a emplear.
• Conformarlo y adaptarlo sobre el modelo inferior, debe ir por lingual de los incisivos y hasta la mitad oclusal del último molar brotado.
• Llevar el rollo a la arcada del paciente, readaptarlo y marcar la línea media.
Fig. 2. Preparación del rollo.
Preparación del paciente (fig.3)
• Mostrar al paciente, con los modelos de estudio y con la ayuda de un espejo facial, hacia donde queremos que desplace su mandíbula. Podemos auxiliarnos de la pinza de algodón.
• El paciente debe mantener una postura relajada con el tronco erecto.
• Hablarle en tono suave y tranquilizante.
• Hacerle practicar el movimiento para que guíe la mandíbula suavemente de acuerdo con las instrucciones verbales.
• Debe repetir el movimiento varias veces y mantener por un tiempo la posición deseada.
Fig. 3. Preparación del paciente.
Registro de mordida (fig.4)
• Llevar el rollo a la boca del paciente.
• Indicar al paciente que cierre lentamente guiándolo con los dedos del medio, que sube el labio superior y los índices, que bajan el labio inferior.
• Cuando se quiere avanzar la mandíbula, se colocan los pulgares por detrás del mentón, y por delante cuando se quiere retruir.
• Se comprueba la mordida colocándola sobre los modelos de yeso y se recortan los excesos vestibulares de cera, antes de fijarlo en el articulador.
Fig.
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