Tema: Hemorragia uterina anormal.

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE COAHUILA.

Unidad Torreón.

ESCUELA DE LICENCIATURA EN ENFERMERÍA.

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TRABAJO: Hemorragia Uterina Anormal

ALUMNOS:  Luis Carlos Ordaz Salas

                       Cinthia Alicia Zúñiga Martínez

                       Juan de Dios Orona Esquivel

MATERIA: RUA Mujer

DOCENTE: Dr. Cipriano Rodríguez Martínez

A Martes 27 de Marzo de 2014

HEMORRAGIA UTERINA ANORMAL.

DEFINICIÓN

Se la define como “hemorragia del endometrio sin relación con lesiones anatómicas del mismo”, que incluye la alteración de la función ovárica normal o anovulación. No se consideraban como hemorragia disfuncional el manchado a la mitad del ciclo, vinculado con la ovulación, la irregularidad menstrual que acompaña a defectos del cuerpo lúteo ni la hemorragia uterina secundaria a discrasias sanguíneas, miomas submucosos, pólipos endometriales, carcinoma uterino y accidentes del embarazo.

La menstruación representa un episodio fisiológico normal en la mayoría de las mujeres, pero sus características varían mucho, y dificultan la identificación de los patrones anormales. Cualquier hemorragia con duración, frecuencia o cantidad excesivas en una paciente dada será anormal y se investigará según las indicaciones.

Las metas del tratamiento clínico dependen de un diagnóstico causal correcto. Las medidas diagnósticas y terapéuticas iniciales deben cumplir dos metas:

1. Control inmediato de la hemorragia, en especial cuando es abundante y constituye una amenaza para la salud.

1. Prevención de episodios subsecuentes similares, por lo general al reestablecer hemorragias clínicas.

Las causas son muchas y con frecuencia esta alteración se trata en forma inadecuada. Es necesario que se intenten contestar tres preguntas:

1. ¿La hemorragia es de origen uterino?

1. ¿Ocurre en ciclos ovulatorios?

1. ¿Es anovulatoria?

El estudio diagnóstico se efectuará paso a paso con un enfoque lógico que busque alguna causa orgánica y distinga a la hemorragia uterina con ovulación de la que se acompaña de anovulación.

CARACTERÍSTICAS DE LA MENSTRUACIÓN NORMAL.

La menstruación se define como la pérdida hemática transvaginal espontánea y periódica espontánea y periódica resultado de la descamación endometrial después de la ovulación. Su normalidad la determina la duración y cantidad del flujo y depende de su periodicidad. El intervalo usual entre los periodos menstruales es de 24 a 32 días en general y el 16% de los ciclos es de 28 días. La duración de menstruación ovulatoria normal es de 3 a 7 días. Durante un periodo normal se pierden 33ml de sangre, y cuando alcanza 80ml es anormal. Durante los primeros 2 días se elimina el 78% de la sangre menstrual total. Aunque es imposible cuantificar la pérdida de la sangre en la práctica, puede obtenerse información útil según el número de toallas o tampones utilizados y, en ocasiones, con la determinación de un hematocrito antes y después de la menstruación. Sin embargo, no hay correlación alguna entre la pérdida de sangre menstrual y su valoración subjetiva, el número de toallas o tampones utilizados o el de días de hemorragia; estos parámetros no son indicadores confiables del volumen perdido.

CONSIDERACIONES INICIALES.

Al valorar una hemorragia anormal, el principal problema es identificar su origen uterino. En raras ocasiones las pacientes confunden una hemorragia ligera proveniente del recto, la vejiga o la uretra con la originada en la vagina o el útero.

Ya determinado el origen uterino de la hemorragia, el siguiente paso es identificar si alguna causa orgánica o anatómica y si el ciclo es ovulatorio. Las pacientes con anovulación pueden presentar hemorragia por la presencia de fibromas submucosos o pólipos, así que es útil clasificarla en dos grupos principales: hemorragia uterina anormal acompañada por anovulación.

La primera es orgánica, aunque muchos tipos, en especial la polimenorrea, la descamación endometrial irregular y la persistencia del cuerpo lúteo (enfermedad de Halban) pueden tener causa endocrina. En pacientes en edad reproductiva, la hemorragia tiende a acompañarse con mayor frecuencia de alguna complicación de un embarazo o de medidas anticonceptivas. En estas mujeres es raro encontrar tumores, pero muchas veces se hacen diagnósticos orgánicos intrapélvicos como enfermedad inflamatoria pélvica, fibromas submucosos, endometriosis y pólipos cervicales o endometriales.

La hemorragia uterina anovulatoria es más común en mujeres menárquicas y perimenopáusicas. En ambos extremos de la vida menstrual aparecen patrones atípicos de hemorragia y aumenta la longitud del ciclo, pero la posibilidad de alguna causa orgánica es mayor en la paciente de más edad; en mujeres jóvenes, es factible una hemorragia irregular e incluso puede pasar un año o más antes de que se establezca un ciclo ovulatorio normal. Así mismo, en la mujer perimenopáusica, la menstruación ovulatoria se torna irregular, así como su periodicidad; cuando la hemorragia no es frecuente, no es necesario preocuparse por una irregularidad prolongada o excesiva; sin embargo, el manchado irregular sugiere la posibilidad de una lesión endometrial.

En resumen, el primer paso en la valoración de la paciente con hemorragia es situar su localización o fuente del origen siguiente, determinar si la paciente está ovulando, y el último, identificar si presenta alguna causa orgánica.

VALORACIÓN DE LA HEMORRAGIA UTERINA ANORMAL.

ANTECEDENTES.

Proporcionan claves respecto de la presencia de hemorragia no uterina y sugieren si es ovulatoria o anovulatoria. En caso de haber dismenorrea, mastodinia, aumento de peso, periodicidad predecible y labilidad emocional suele acompañarse de ovulación se prestará especial atención a la naturaleza general de la hemorragia, incluso el intervalo, la duración. La cantidad del flujo, el vínculo con cólicos y salida de coágulos o tejido. La paciente es capaz de decidir si tiene ciclos ovulatorios. En ocasiones puede distinguir entre episodios hemorrágicos que son compatibles con una menstruación normal y otros que tal vez no constituyan un periodo menstrual ovulatorio regular.

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